Our Fake Fate

IX

Diario del príncipe Bakugou Katsuki || Página 247

Maldito dragón de mierda.

EL MUY MALDITO ME HABÍA LANZADO HACIA EL BOSQUE DE LAS PUTAS HADAS DE MIERDA.

¡Encima esos bichos con brillitos alrededor, casi me devoran! ¡literalmente! Podría haberlos atacado con mi quirk, pero eso provocaría un gran incendio al bosque, así que simplemente he utilizado mi espada. Sin embargo he acabado con algunas heridas, solo leves quemaduras o cortaduras, nada del otro mundo. Pero las cabronas no eran muy tontas y podían atacarme desde una gran distancia, aparte que eran demasiadas y venían en grupo.

Pero al final, pude salir del bosque y cuando volví a ver a Ryuu, nosotros dos habíamos empezado a pelearn-.

||·~~~~·||

—¿Kacchan? — me llama la persona que esta detrás de la puerta de mi habitación — ¿Me permites pasar?

Antes de contestar, cierro el diario donde hace unos momentos estaba escribiendo y lo guardo en un cajón que había varios papeles para dejarlo en el fondo de todo y cerrarlo con llave.

No quería que alguien mas aparte de mi estúpido profesor, supiera que esté haciendo algo tan cursi. Así que siempre lo escondo allá.

— Adelante.

La puerta se abre poco a poco provocando que un pequeño chirrido se escuche por la habitación y pueda visualizar a un Deku preocupado. Este entra un poco dudoso y pasaba su mirada por todos lados menos hacia donde estoy yo.

—Hey. —le digo para que me mirara — ¿Que haces tú aquí? —me cruzo de brazos esperando recibir algo de su parte, pero lo único que me da es un pequeño silencio.

Chasqueo la lengua apropósito dándole una advertencia para que me contestara rápido.

—He venido porque he escuchado por parte de Kirishima-kun que estabas herido... —balbucea sin si quiera mirarme. — Así que... estoy aquí para poder tratar tus heridas...

Maldito pelos de mierda.

—No necesito que un Deku me cuide, así que será mejor que te vayas.

Le contesto de una manera fría.

No tengo intención de dejar que un tipo como él, me tocara.

Paso por su lado dirigiéndome hacia la puerta para salir de la habitación, pero una mano me detiene y me toca el brazo izquierdo, sintiendo ardor en ella cuando hace unas horas no me dolía.

Me giro con la intención de insultarle (ya que me había tocado sin mi permiso), pero al ver sus grandes ojos verdes esmeraldas, provoca a que me quede paralizado por unos segundos.

Admirando aquel brillo tan intenso que lamentablemente, siempre me ha gustado.

Poco a poco, sentía que me estaba perdiendo en la mirada del menor, como si en sus ojos pudiera encontrar algo mas, olvidando por completo mi molestia y el dolor que sentía en el brazo.

Pero después de parpadear unas cuantas veces, muevo mi cabeza a un lado a otro volviendo a la realidad.

¿Eres idiota o que Katsuki? Deja de mirar al estúpido de Deku y compórtate.