Our Fake Fate

VIII

Diario del príncipe Bakugou Katsuki || Página 79

Hoy era mi día libre y se supone que estos días es cuando descansas o haces lo que se te da la gana.

Pero la maldita bruja no lo entiende y me ha obligado ir con ella al pueblo. La mayor parte del día estábamos por el mercado del pueblo y como no, eramos el centro de atención de todos los habitantes. Quiero decir, ¿quien se encuentra por casualidad a la reina y el príncipe, teniendo su momento de madre e hijo paseando tranquilamente por las alegres y animadas calles del pueblo? Pues creo que nadie.

Estuvimos casi todo el día yendo a un lugar a otro por todo el pueblo, mientras ella compraba cosas inútiles, yo era el que se encargaba de aguantar todas sus compras.

En la atardecer, antes de volver al castillo, mi madre me había llevado hacia un pequeño acantilado donde se podía ver perfectamente el gran poblado dónde habitábamos y protegíamos mientras diferentes tipos de criaturas volaban alrededor de ello sin molestar a alguien, pero el toque importante de esta vista, era como el sol se escondía poco a poco detrás de las grandes montañas que había hacia delante mientras el cielo se convertía en colores cálidos.

Fue una vista bastante bonita.

La vieja y yo estuvimos hablando de cosas triviales, de como lo estaba llevando las clases, mis amistades, etc. Incluso había ratos que nos gritábamos y ella me pegaba, pero eso era porque estamos acostumbrados a tratarnos así, se podría decir que es una forma de mostrarnos cariño, o eso quiero creer.

También me había comentado que en el pasado, antes de formar parte de la vida en la que esta actualmente, venia a este sitio para despejarse de todo lo que le habitaba. Mitsuki, mi madre, no proviene de la sangre real, anteriormente era una simple campesina que ayudaba a su familia paea sacarlos de la deshonra y por casualidad conoció a mi padre Masaru, cuando este se había escapado por primera vez del palacio y quería ser libre por un día.

Su historia de amor suena bastante cursi, pero en realidad para mi padre fue duro. Aparte de su estatus social, lo más difícil era por el carácter explosivo que tiene la alfa. Si la primera vez que se encontraron, la vieja creía que el viejo era un ladrón y como parte de su defensa personal, le lanzó una calabaza en la cabeza. Pero gracias a aquella calabaza mis padres pudieron crear y siguen creando su historia de amor.

Sin embargo, me sigue sorprendiendo como mi padre ha podido conquistar a esta vieja bruja explosiva, si fuera yo, no la hubiese aguantado. Pero bueno, también puedo entender porque mi padre se ha enamorado de mi madre, ella en realidad es una buena persona, tranquila y respetada por los ciudadanos, y gracias por su gran carácter y determinación, mis abuelos pudieron aceptar con los brazos abiertos a la actual reina de este pueblo.

Por eso, aun que ella tuviera mucho dinero y podría comprarse ropa, accesorios o demás de alta calidad de la otra punta del pueblo, ella prefiere comprarlo en sitios como en el pueblo, es una manera de poder ayudarles comprando los elementos que ellos venden.

Mi vieja y yo volvimos al carruaje de camino al castillo cuando el sol ya se estaba escondiendo del todo. Pero antes de irnos del acantilado, ella me dijo unas palabras que se me quedaron en la mente.

«Hijo, hasta el día que te conviertas en un rey digno para poder proteger este reino, espero y deseo que encuentres a tu pareja destinada para poder vivir felizmente como yo lo hago con tu padre. Lucha por ello, cuídalo, amalo y lo mas importante, no te arrepientas de ello, apreciarlo. No lo olvides Katsuki.»

Y por una extraña razón, tras el comentario de la vieja, tenía una persona en especial en mi cabeza.