Herederos de Hogwarts

Capitulo v.

Dragón.

Vio ambas caras, pero lo único que lograba ver era el sello color carmín donde mostraba únicamente la pata de un perro. Eso desconcertó al próximo heredero Malfoy, preguntándose qué clase de broma era esa. Dubitativo, llevó sus propias manos a abrir aquel sobre, encontrándose únicamente una carta algo arrugada y una bolsa negra sellada con un listón verde. Metió un poco sus dedos y sacó la hoja, desdoblándola hasta llegar a ver su contenido.

Es mucho más fácil mentir que confiar.

Se que no confiarás en mi, pero tampoco pienso mentir.

Toma la joya que esta dentro del sobre y anda por los pasillos de tu colegio.

Sólo tú lo podrás ver, pero que no te sorprenda cuando tu igual lo vea, ayudado por tu séquito. Ahí verás la verdad y la confianza.

Si no me crees, pruébalo. Tu familia y más allegados no lo verán. En cambio yo, sí, pero sólo soy un instrumento.

—Moony

El oji-gris quedó incrédulo ante las palabras dichas por el extraño mote que ocultaba el real nombre de un desconocido.

[Moony ¿Quién era Moony?... Un loco podría ser] pensó.

Dejo el sobre junto con la carta sobre su regazo, posando su vista ahora en la mini bolsita que había llegado también. La sostuvo con una mano, analizándola, sabiendo a cuenta nueva que en su interior había algo ligero ya que no pesaba demasiado. Se dispuso abrirlo, tomando con la otra mano libre un pedazo suelto del listón, halando de el y abriéndolo, viendo como un collar había de su interior. No pasó mucho para que los ojos analíticos del chico miraran con detenimiento cada parte de aquel dije. Igual que con la carta, apartó la bolsa, concentrándose únicamente en la joya entre sus manos una vez expuesta. Un dije de cobre que ahora le pertenecía y que—según el remitente—debería llevar. Lo tomó entre sus dedos, viéndolo medianamente pequeño que es. Con su pulgar, comenzó a delinear los tres contornos unidos al vértice, donde dos orificios se hallaban a cada lado de igual tamaño y forma—triangular—, y como si fuera poco, un relieve de otro punta de flecha justo en medio predominaba una "S" grabada con profundidad.

[¿"S"?...]

Sabía perfectamente que algo, o de alguien, era de ese collar. Era la inicial de un nombre que desconocía, era de una persona que parecía contactarlo sin ningún motivo aparente cuerdo para él, de un hombre o mujer que era un misterio al igual que el objeto. Volvió su vista a la carta, poniendo más atención en cada frase, releyendo las veces posibles para comprender el mensaje, y haciendo uso de si intelecto, trabajó su cerebro. Se enfocó en la primera linea, era obvio lo que decía esa frase. Muchas veces la desconfianza en uno mismo o en las personas nos hace diferente, actuamos de manera distinta a como somos uno mismo, mentimos y creamos máscaras para mostrarnos fuertes. Mentir se ha vuelto tan sencillo, que es más doloso una verdad, así nadie saldrían lastimado. Todos saben mentir, al igual que manipular. Es un arte sumamente sencillo pero a su vez complejo. Mentir, no sólo es manipular las palabras y la historia, sino también que tu voz se escuche firme, sabe manejar las palabras o acciones que tu cuerpo transmite, y sobre todo; no permitir mostrar un sentimiento a través de sus ojos. Mostrarte serio e imponente. Vaya caso. No supo cuanto tiempo pasó únicamente pensando en esas simples palabras, vaya que las conocía a la perfección, muy detalladamente. Él sabía, siempre lo sabía, que desde comenzó su preparación como heredero, buen Slytherin y sangre pura, supo que unas de las cualidades que tenía que aprender era el arte de las mentiras—acompañado de la máscara—y la manipulación. Conocía a lo que se refería. Bajó un poco su mira, topándose con el segundo párrafo: "No pienso mentir". Si bien ponía atención, aquella persona sabía que desde el inicio iba a desconfiar, lo sabía bien, pero él o ella no pensaban mentirle. "Sólo tú lo podrás ver" ¿Acaso sólo vería una joya que no sirve para nada? Nadie lo verla, ni "amigos" ni sus familiares, y si quería al menos confirmar aquellas palabras escritas necesitaría demostrarlo, antes de tirar aquellos objetos al fuego de la chimenea.