The lord of dragons | Bakugou katsuki x Lectora

IX: Discordia y Plaga

Capitulo 14
(Aunque la mitad de la hoja se encontraba rasgada, aún podía leerse gran parte de esta)
《Cada día siento que esto se va  transformando en un diario personal.
Ahora el mítico ser se ha dignado a dirigirme la palabra, casi siempre en susurros pero aun así, es interesante saber que conocen nuestro idioma.
Según se decía, los antiguos dragones hablaban fluidamente una version algo simplificada del francés.》

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—Eres un imbécil?! -Una voz ronca y molesta se proyectaban hacia su compañero, el cual se haya complemente centrado en sus propios pensamientos- Te estoy hablando a ti Discordia de mierda! -fue ahí cuando finalmente el albino le presto atención.

—Que? -respondió de manera seca, restándole toda importancia a su compañero.

—Llevo siglos preguntándote por dónde mierda entraremos al lugar donde están esas hadas?! -Se notaba lo irritado que este estaba, podía jurar que la cicatriz que recorría su ojo derecho comenzaba a palpitar de rabia.

Discordia decidió mirarlo, luego de varios minutos en silencio en lo cuales Plaga estuvo a muy poco de arrancarle aquella cabeza de su albino cuerpo- Como te mencioné con anterioridad, la entrada a esta parte del bosque se encuentra oculta, nuestra misión es buscar en cada parte de este roto mundo la dichosa espada que supuestamente puede derrotar a nuestro señor -Discordia hablo de forma tranquila, modulando cada palabra, tal vez así su compañero entendería su situación- El sabio de nuestro señor sintió algo nuevo, supongo que algún ser se quiere enfrentar a nuestro rey.

Pasaron varias horas buscando aquella entrada, Plaga solo gruñía y gruñía mientras que Discordia realizaba el trabajo sucio.
El bosque era verde, bastante amplio, las criaturas del bosque abundaban, aunque ellos fueran fieros dragones, no podrían compararse al poder de los espíritus que solían venir a socorrer a sus hijos e hijas del
Bosque verde.

Fue, hasta que a lo lejos pudieron oír una conversación, 2 personas, un hombre sin duda y una mujer.
Con extremo sigilo y paciencia se acercaron a aquel lugar, escondiendo sus algo resultantes formas entre los arbustos.
Discordia se caracterizaba por ser un hombre recto, calmado, responsable, organizado y estricto. Sus cabellos eran blancos, era albino, lo cual resaltaba esos extraños orbes color verde que poseía.
Plaga por otro lado, se trataba de el otro lado de la moneda, grosero, irresponsable, intrépido y agresivo. Castaño desaliñado, una corta cicatriz recorría su rostro, sin embargo esto no afectaba el que sus orbes negros sigan siendo igual de preciosos e impactantes.

Siguieron a sus objetivos por detrás, asegurándose de que no los vieran, se escondieron entre los arbustos, dentro y en la cima de los árboles. Estos jóvenes habían facilitado su trabajo.
Aunque los dragones no alcanzaban a oír la conversación, el débil y casi inaudible sonido de las voces los estaban guiando.
Los jóvenes se adentraron en cierta parte del bosque, ya no se los alcanzaba ver, parecía que estos se habían escondido entre los arbustos, finalmente fue allí cuando decidieron salir de su escondite. De forma sigilosa se acercaron a aquellos arbustos donde sospechaban que los jóvenes habían desaparecido.
Fue Plaga quien tomó la iniciativa y se adelantó, encontrando por fin, aquel reino que tanto estaban buscando. Rápidamente Discordia tiro de el.

—Que te pasa?! No ataques así como así, podrás comer un par de hadas, pero primero debemos esperar el momento adecuado -Explicó el albino a su desaliñado amigo el cual solo gruñía y gruñía- Ademas, quien sabe todo el poder que podemos obtener de sus halas? Creo que lograremos impresionar al Señor si le llevamos un poco de este poder.