Nunca Fumaré.

9 1 0
                                    

- Mama, No puedo decírselo. No puedo. es demasiado pequeña para escuchar eso.

- Entonces no se lo digas. Pero no esperes más de un mes o será peor.

Así fue. Un mes después, un día que ambas estaban relajadas intentó contárselo. Iba ha ser duro pero era lo mejor. No iba ha mentirle.

- Ángela. Cariño. Necesito hablar contigo. ¿Sabes dónde esta papá?

- Sí. Se fue con Malena a México y me trajo un muñeco de Donald. Pero se ha vuelto ha ir ahí me parece.

- Ángela, Cariño, Papá tenía una cosa en el cuello que no podía respirar. Le miraron los médicos y no podían quitársela. Ahora esta aquí - Lea señalo al pecho izquierdo de su hija - Ahora esta en el cielo. pero te protegerá y siempre estará contigo vayas a donde vayas - Ángela la miró y empezó ha llover cascadas de lágrimas. Pataleo, gritó, chilló, lloró... Hasta qué en un momento en el que ya era imposible que de esa miniatura saliera más lágrimas, aunque ella misma preguntó: - ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué? ¿Qué era esa cosa? - Lea no sabía ha que se refería hasta que encontró la respuesta:

- Él fumaba.

- Entonces, quieres decir que se ha ido por esos cigarros. ¿Verdad?

- Tenía una enfermedad. Pero si no fumase seguro que no la hubiese tenido y habría tenido fuerzas para sobrevivir.

- Entonces yo nunca fumaré. Te lo prometo. Lo haré por papá y por ti.

- Muy bien cariño. Pero ya sabes que eso siempre se dice, y luego...

- No Mamá. No fumaré, no quiero pasarlo tan mal como él, porque, ¿Sabes qué?

- Dime.

- Te quiero. Y aunque sea lo haré por ti.

El lado oscuro de la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora