❄️Capitulo 21❄️

2K 234 115
                                    

Recuerdo una vez cuando Chimuelo, Jack y yo descubrimos una isla, era demasiado tenebrosa. Los arboles estaban secos y había nieve por todas partes, el aire era frió y todo estaba en silencio.

Caminamos por mucho rato, al principio creímos que por la hostilidad que había en el ambiente no había dragones, pero nos equivocamos.

Había un dragón, un único y solitario dragón que en cuanto nos vio no dudo ni un segundo en atacarnos. Cualquier otro dragón hubiera terminado hecho papilla, pero como Chimuelo es bastante veloz logramos evadir el ataque por los pelos.

Este dragón era nuevo, nunca lo habíamos visto, tenía dos cabezas, como un Cremallerous, pero tenía la cabeza de una forma parecida a un Muerte Roja, lo único que nos sorprendió a los tres era que de una cabeza escupía fuego y de la otra escupía unas ráfagas de aire que nos lanzaban hacia atrás en segundos.

Fue la segunda batalla más difícil que tuvimos.

Recuerdo que ese día tuvimos que combatir de nuevo y los tres quedamos muy heridos, en especial Jack.

Cuando regresamos a la aldea yo estaba demasiado alterado, no hacía caso a nadie, solo gritaba y gritaba que atendieran a Jack porque estaba demasiado pálido.

Su piel siempre había sido blanca, un blanco bonito y brillantes, suave y lisa, pero ese día se puso aún más, demasiado pálida y de un tono gris, casi transparente y estaba muy opaco.

Por un momento creí que desaparecería.

Al fin lograron curar una herida que tenía cuando una bola de fuego lo alcanzó, se había herido a un costado y a pesar de que no sangraba se notaba una pequeña quemadura que mataría a cualquiera.

Desde ese día entendí que Jack podría desaparecer, podría alejarse de mí y yo no quería eso, cada vez que peleábamos con alguien siempre trataba de protegerlo, mantenerlo alejado de los peligros y que siempre estuviera conmigo.

Era egoísta, lo sé, en aquel tiempo Jack era solo mi amigo, mi mejor amigo y temía que si él se iba o desaparecía me quedaría solo, después comencé a enamorarme de él y gracias a los dioses me correspondió.

Pero hoy, solo un día que no pude cuidarlo, solo fue un segundo, un segundo en el que falle en mi tarea.

No supe realmente como ocurrió, Chimuelo estaba a punto de dispararme y por más que trataba de hablarle no me escuchaba, solo sentí como era empujado por mi padre y ahora era a el al que le iba a disparar, grité lo más fuerte que pude y cuando Chimuelo disparo lo único que se vio fue el choque de hielo y fuego y después el cayado de Jack cayendo al piso.

Un miedo enorme se apodero de mí.

Lo busque con la mirada, grite su nombre, pero Jack simplemente había desaparecido.

― Es una lástima que el niño del frio haya muerto ― Dijo Drago burlándose de mi― Habría sido una buena arma.

Mire a Drago con odio, y trate de abalanzarme hacia él, pero mamá y papá me detuvieron, después Drago se llevó a Chimuelo y nosotros nos quedamos ahí.

Yo estaba devastado, mi mejor amigo, mi compañero, mi amor había desaparecido, las lágrimas no se detenían, todos trataban de calmarme, pero yo solo podía aferrarme al bastón de Jack y llorar por su perdida.

Cuando escuche a los demás ya todos los hombres de Drago se estaban yendo con nuestros dragones, en un rato la isla estaba desierta y solo quedábamos nosotros.

Solo que ahora faltaba Jack.

Decidimos enterrar a Jack, o al menos su bastón, entre todos decidimos que lo mejor era dejar el cayado enterrado en la nieve, porque Jack era el espíritu del frio y merecía estar entre su elemento.

Nos juntamos alrededor de donde lo habíamos enredado, todos con la cabeza gacha y deteniendo una flecha que habíamos recogido del campo.

― Que las valkirias te den la bienvenida ― comenzó a decir papa ― y te guíen por el gran campo de batalla de Odín, que canten tu nombre con amor y furia para que lo escuchemos alzarse desde las profundidades de Valhalla y sepamos que has tomado el lugar que te corresponde en la mesa de los reyes, porque ha caído un gran hombre, un guerrero, un espíritu, un amigo, un compañero ― A papa se le quebró la voz y yo solo sentí una solitaria lagrima deslizarse por mi mejilla.

Clavamos las flechas alrededor de él bastón y nos quedamos en silencio.

Lo sentía tanto, lamentaba haberlo puesto en peligro, a Jack, a mi amigo, a mi compañero, al amor de mi vida, él lo fue todo para mí, mi confidente, mi ayudante, mi pareja. Y ahora... ahora ya no estaba y lamentaba tanto no haberle dicho cuanto lo amaba.

Mama se acercó a mí y puso una mano en mi hombro, papa hizo lo mismo y yo trate de contenerme para no seguir llorado.

― Llegaste a este mundo antes de tiempo, eras tan pequeñito y tan frágil que creímos que no sobrevivirías, después... eras demasiado débil, frágil y ni siquiera podías cargar un arma, siempre temí que si te enviaba al campo de batalla morirías en un instante, pero ahora Hiccup, ahora eres todo un hombre, fuerte valiente y amable un hombre que sabe valorar la amistad de un dragón, de un humano ― papa bajo la vista hacia la nieve― y de un espíritu. Todos quisimos a Jack, siempre nos divertimos con el e hizo un gran trabajo en la aldea, pero sobre todo, hizo un gran trabajo ayudándote, te ayudo con el simple hecho de ser tu amigo, te brindo el apoyo que ninguno de nosotros lo hizo y gracias a eso saliste adelante y te convertiste en lo que eres ahora.

― Yo... yo siempre creí que Jack estaría siempre conmigo, ya una vez creí perderlo y ahora que realmente no está... no sé qué pensar, no sé cómo hacerme a la idea de que ya no lo veré en las mañanas o que ya no ira a pasear a los dragones ni que me va a acompañar a buscar más islas alrededor del mundo, no sé qué voy a hacer.

Todo se quedó en silencio por un momento, trate de pensar, esta vez no pude proteger a Jack, pero tenía a otras personas a las que sí y no dejare que Drago les haga daño.

― Tenemos que volver― Les dije a mis amigos

― ¿Con que? Se llevaron los dragones ― Dijo Brutacio.

― No a todos.

Volvimos a entrar al nido y buscamos a esos pequeños que no dejaban de molestar a Chimuelo, si mal no recordaba eran suficientes para cada uno de nosotros.

Cuando los encontramos nos tomó bastante lograr montarlos, cuando por fin lo logramos fue aún más difícil que nos hicieran caso para ir a Berk, pero aun asi lo logramos y ahora a lo lejos podía ver la isla rodeada por el brillo del amanecer.

∰ 

Solo diré... Qué esto estaba planeado desde el inicio de la saga :v

Y pues no sé si no lloran son unos insensibles porque hasta yo llore mientras escribía :'v

Fuera del golpe emocional que les acabo de dar y sobre todo antes de que traten de lincharme aún hay más sorpresas que les tengo preparadas así queeeee... Lean bien la escena y y saquen sus propias conclusiones xdxd

La carpa Voladora se despide con un beso >3<

Como entrenar a Jack Frost:  Amor en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora