CARAMELIZED LOVE ((MINV)) //FINALIZADA//

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FASE 1: ATRACCIÓN.

Vacío.

Así es como me siento normalmente. ¿Curioso, no? Hace unos cuantos años era parte de una familia prácticamente perfecta. Padre siempre que llegaba a casa saludaba con un beso en los labios a madre, y ésta respondía positivamente a lo que él pedía y hacía. 

Padre era un señor sano, alto y guapo. Incluso teniendo sus buenos cuarenta y dos se veía perfectamente bien. Tenía varias canas, pero fuera de eso encajaba en el perfil de padre perfecto. Trabajo estable, esposa hermosa, hijo feliz. ¿Qué más podía pedir?

Madre era una mujer carismática, risueña y paciente. Siempre que padre se iba a su trabajo, ella suspiraba angustiada por su partida y hacía la limpieza de la casa. Claro, porque no quería hacer otra cosa. Ella misma se llamaba "Una madre perfecta", ya que le enseñaron que la esposa siempre debía encargarse de la casa, mantenerla limpia y en buen estado. Siempre le enseñaron a bajar la cabeza ante los hombres.

Desde que era pequeño sabía que incluso la perfección que siempre querían hacerme ver tenía un lado aún más obscuro. Entre más escondas, más nudos se forman al rededor de ti haciéndote cargar con mucho más peso que el de antes. Siempre supe que algo malo pasaría algún día. 

Lo único que recuerdo es a padre golpeando a madre pues ella no dejaba de gritarle mientras lo tomaba fuertemente del brazo. No recuerdo por qué le gritaba, lo último que supe es que padre se despidió de mí con un abrazo de oso –esos que me gustaba darle cuando estaba triste y necesitaba saber que le importaba a alguien– y después salió de casa. 

Perdón, me había susurrado él mientras me daba mi abrazo. 

¿Perdón por qué? Tal vez lo dijo porque sabía que madre tenía algo malo, tal vez lo había dicho porque me dejaba en manos de la bestia. Estoy seguro que él no lo dijo enserio, porque si hubiera sido así hubiera escuchado mis gritos por ayuda cada vez que a madre se le daba por tener algo –o alguien– que golpear. 

Así que hasta el día de hoy sigo sin perdonarle haberme dejado solo en mi propia muerte, cayendo despacio, pedazo por pedazo dejando mi propia alma y cuerpo. Cada vez aún más vacío y con ganas de nada. 

¿Acaso se disculpaba porque sabía que me destruiría? 

Ahora nada me satisface. 

Antes incluso ver a las pequeñas aves jugando en el cielo mientras aleteaban con gracia, como si estuvieran bailando una danza sin fin que todos bien observaban pero nunca le prestaban atención; incluso las cosas más sencillas como esa me daban alegría, me dejaban un sentimiento cálido.

Ahora solo miro, no observo, no presto atención. Es como si estuviera flotando en vez de estar caminando sobre el suelo. Ahora muy pocas cosas me importan, las personas me dan igual y más si se meten conmigo.