IX

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SeungCheol no estaba ahí, y posiblemente nadie le llevaría su peluche.

SeokMin estaba en una camilla, no estaba tan grave, pero las medicinas que le obligaron a tomar eran muy fuertes. Claro está, su padre tuvo un percance y tenía que salir de la ciudad, por suerte un amigo de él dejó que se quedase en el hospital. Luego debería agradecer a JeongHan.

— ¿Necesitas algo? —y hablando del hombre con cabello rubio, apareció entrando como siempre para cuidarlo.— Comida, agua, juguetes.

— Quiero a mi papá.

— SeokMin, tu padre tuvo que salir.

El más bajo negó con la cabeza.— Quiero a SeungCheol, quiero a mi peluche pero nadie puede traérmelo.

— Ya veo. ¿Cómo es tu peluche? —cuestionó mientras se sentaba.

— Es un perrito, está un poco roto porque a veces lo abrazo muy fuerte. —una pequeña sonrisa se formó en sus labios.— Él sabe muchas cosas, yo lo quiero mucho.

Aunque claro que JeongHan solo pensaba en un posible amigo imaginario, y solo eso. Soltó unas risas y sacudió los cabellos marrones del menor.

— ¿Aceptarías un nuevo peluche?

— Pero ya tengo uno.

— Lo sé, pero tener otro peluche puede darte compañía mientras estás aquí, ¿no lo crees?

SeokMin lo pensó, porque tener otro peluche no traería a SeungCheol. Al final asintió muy despacio, pensando que podía abrazar al juguete y cerrar los ojos para imaginar que era el mayor.

— Bien, vengo en un rato, nada de salir de aquí.

Se quedó totalmente solo y se escuchaban los pasos apresurados afuera de la habitación, algunas voces también. Se bajó de su pequeño lugar cómodo y buscó las hojas que le habían dejado junto con colores, prefería dibujar para pasar el tiempo que estar haciendo nada.

— SeokMin, tu nueva compañía está aquí. —JeongHan entró con un peluche de perro, aunque era de color negro y contaba con la lengua afuera, los ojos del animal falso cerrados.— Pero debes darle un nombre. ¿Cómo se lo pusiste a SeungCheol?

— Él me lo dijo.

Un silencio se creó hasta que el nombre del rubio sonó desde otro lado.— Bien, tengo que ir a trabajar, ya sabes las reglas. —le dejó el juguete en la cama para salir casi corriendo.

SeokMin se acercó al cachorro, tomándolo con cuidado para fijarse en el tamaño, era un poco más grande pero aún así era bonito. Lo abrazó contento, subiéndose a la camilla para tomar una siesta, por lo menos ya no estaba tan solo.

Tal vez no era malo tener otro peluche.

Imaginary Friend.  [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora