No pares de escribir. TLP BORDERLINE

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Nyu tiene dos amigas, llamaré a su primera amiga ansiedad : Pryder* y su segunda amiga depresión: Iselder*. Aquel par, son los síntomas más enraizados de su trastorno; esta es la ironía de la vida, pues es psicóloga y tiene un trastorno llamado TLP Trastorno Limítrofe de la Personalidad o Borderline.

El diagnóstico ocurrió en un Hospital psiquiátrico llamado Julio Endara a sus 25 años, pero desde mucho tiempo ya sabía que tenía algo, pues sus compañeras, damas de compañía Galeanas pryder* e iselder* se lo hacían saber.

En la universidad había escuchado a compañeros comentando que allí, en ese psiquiátrico; se encontraban pacientes desnudos en el pasto oliendo a excremento.

Para Nyu sería mucho más que un lugar donde se encontraban enfermos desnudos oliendo a mierda, sería un lugar de refugio, de dolor y al mismo tiempo de infinidad de risas.

Antes de ser internada en aquel lugar había ya ingresado como visitante. La persona que fue a visitar se llama Libia, lágrimas dañan la computadora al escribir sobre ella, parecido a lanzar el equipo a una piscina.

Libia, hasta su nombre es perfecto para plasmar en un libro, es un personaje que se escuchará mucho, 23 años, tés blanca, cabello corto radiante y brillante de color castaño oscuro no obstante con la luz del sol éste se torna castaño claro. Ojos cafés, nariz y labios gruesos, cada pedazo de su rostro con lunares perfectamente ubicados.

Para continuar tengo miedo de hablar sobre su cuerpo. Existen mujeres que provocan miedo.

Tal vez terror de describirlas, porque no alcanzan las palabras para narrar una estructura tan perfecta, hombros gruesos, espalda ancha, brazos grandes y fuertes; se dirá, pero suena más a un hombre que a una mujer, pues sí, a Nyu le gustan las personas *andróginas (personas que transgreden los estereotipos sociales de mujer-hombre, y confunden a la gente pues no se sabe si es una mezcla gloriosa de ambos).

Libia era su diosa; esperen; hablaré de sus piernas y su trasero que delataban la silueta de mujer que poseía.

Me da aún más miedo continuar con la descripción.

Sus muslos gruesos eran un mundo; en una ocasión Nyu contándome acerca de Libia por supuesto sin censurar nada en su relato me señaló:

Si fuera un caníbal, la parte del cuerpo que me comería de ella serían ¡sus muslos! ¡hay tanta buena carne allí! Su trasero tenía un lunar característico, sus nalgas bien formadas y abundantes.

Libia cuidaba de Lia una gata amorosa color blanca con plomo y ojos color turquesa. Cuando Libia se recostaba en su cama Lia corría tras de ella, subía en la cama y se colocaba en la entrepierna de Libia; la entiendo, quien no quisiera permanecer en aquel lugar de olor a pan caliente.

Libia consumía cocaína y había pasado por diferentes sitios para tratar de salir de ese mundo macabro pero nada había resultado.

Encontrándose en el hueco mas profundo Libia trato de acabar con su vida, esto no me asombró pues Nyu y Libia habían conversado antes sobre el suicidio, sobre realizarlo juntas, diferentes miedos, formas fáciles de hacerlo, el cielo y el infierno, reencarnación, planos astrales.

Con el intento frustrado de suicidio y tras pasar 3 días en estado de coma Libia ingreso al Psiquiátrico Julio Endara.

Nyu tenía que ir a verla.

Esa sería la primera vez que Nyu entraría en aquel lugar, haría todo por Libia, iría hasta el mismo infierno si ella la necesitará, tomó un bus y llamó al psiquiátrico:

-Buenas tardes Hospital Julio Endara.
-Buenas tardes, desearía saber si en el hospital se realizan visitas a los internos.
-Sí, entre semana de 2 a 4 pm. Sábados y domingos de 10 a 11 am y también de 2 a 4pm. ¿Es usted familiar?
-Eeh... no, no soy familiar pero tengo una amiga allí. Su nombre es Libia Escobar, ¿ella puede recibir visitas?
-Déjeme revisaar... la paciente Escobar. Si puede recibir visitas.
-Suspiro... -Muchas gracias entonces voy ahora mismo para allá.

Nyu tenía mucho miedo de ver a Libia después de lo ocurrido, tomó una camioneta que la llevó al Hospital, en todo el trayecto sus amigas Pryder e Iselder le acompañaron, al llegar a la puerta leyeron el rótulo «Hospital Especializado Julio Endara». Ese lugar llamaba tanto la atención de Nyu, se encontraba nerviosa y el corazón le golpeaba fuerte.

Se sentaron un momento en una grada, Nyu comenzó a maquillarse, fueron casi 20 días de no ver a Libia, no sabía si ella quería verla, pero la visita tenía que hacerse y tenía que verse bien.

Se riso las pestañas, rímel, base.

Compró una botella de agua porque su boca se encontraba seca, sentía que no pasaba el aire por su garganta, respiró profundamente varias veces.

Al acercarse a la puerta, el guardia solicitó el nombre de la paciente y la identificación de Nyu para poder entrar.

-Sí, si tome...
-La paciente Escobar se encuentra en el bloque 9 de mujeres.
-Gracias.

Al entrar no supo que hacer, Pryder e Iselder estaban revoltosas.

Nyu preguntó a un chico, el cual tenía un uniforme rojo que accedió a guiarlas; fue un largo camino por pasillos extensos, el lugar era enorme, caminaban doctores y enfermeras, personas de limpieza por todas partes, el césped se veía hermoso bajo la luz del sol y los arboles de allí eran viejos, daban la impresión de ser sabios y poseer tanta energía y vida en sus raíces abundantes y largas.

Nyu esperaba ver a la gente desnuda y con un olor pestilente, pero no observó a ningún paciente, solo al personal encargado.

Toda la ruta fueron tras del hombre el cuál no mencionó ni una sola palabra, al llegar señaló la puerta del bloque nueve, el corazón de Nyu latía rápidamente y tan fuerte que pensó que se saldría de su lugar, tomó aire e impulso y golpeó la puerta de vidrio, por dentro logró ver a una chica alta delgada, despeinada, cabello ondulado color negro; la chica llamó a la enfermera.

La enfermera abre la puerta.

-Buenas tardes vine a visitar a la paciente Escobar?
-Siga, pase.
Al ingresar muchas mujeres con uniforme azul observaban a Nyu, Pryder e Iselder; por un momento pensaron que era peligroso y que aquellas mujeres lanzarían algún objeto.

Se sentaron.

Nyu notó una televisión prendida se quedó observando sin observar nada, porque Pryder le nublaba la vista, se escuchó como aquella enfermera gritó

-Libiaaaa.

Paso un minuto y Libia apareció, con su uniforme azul y sandalias de esas tan cómodas utilizadas en casa, su piel se encontraba tan perfecta como siempre y su tez increíblemente blanca.

Cuando Libia observó a Nyu su expresión fue de sorpresa y realizó una especie de puchero similar a la de una niña pequeña con ganas de llorar.

Se abrazaron rápidamente, nadie dijo nada, silencio absoluto.

Nyu sintió el llanto de Libia por su cuerpo, (el cuerpo de una persona que quiere romper en llanto se percibe).

Nyu rompió el silencio, porque necesitaba saber cómo se encontraba el amor de su vida.

-¿Cómo está?
-Ahora estoy bien, no pensé que vendría a verme.

Pryder e Iselder se fueron caminando y las dejaron solas.

-Mi amor le amo con todo mi corazón
-Yo le amo a usted.

Al parecer Nyu y Libia se olvidaron en donde se encontraban, que existía gente, que Libia había tratado de quitarse la vida, que existía un espacio y un tiempo.

En aquellos minutos solo habitaban un par de mujeres, sintiendo sus labios, sus lenguas húmedas, sus vaginas húmedas.

-Señorita Escobar!!
-Dígame
-Por favor este es un hospital no se aceptan esos comportamientos, aquí existen reglas.
-Disculpe no volverá a pasar.

Tomadas de la mano caminaron por aquel lugar hermoso lleno de césped fresco y olor a naturaleza. La tarde se encontraba soleada y parecía una nueva oportunidad para intentar ser felices.

Así que Nyu visitaba a diario a Libia.