Normal vs Anormal

Capítulo 4: MICHITA

***Deben escuchar la canción es un himno a la amistad de Vi y Jess ***

No despiertes, no abras los ojos susurraba mentalmente a sabiendas del día que era hoy

—¡Ya levántate Jessyca!—gritó mi madre mientras le daba muchos madrazos a la puerta para asegurarse de que sea cumplida su orden. 

Abrí un ojo y luego el otro y ya no pude negar más lo innegable hoy era Lunes lo que significaba una sola cosa

—Regreso a clases...—lamente contra la comodidad de mi almohada. 

—¡¡Jessyca!! ¡¡Te vas a atrasar!! —gritó nuevamente mi mamá. Tomé mi celular y revise la hora. 

—¡¡Son las cinco y media de la mañana mamá!! —dije sorprendida — ¡¡Falta mas de una hora!! No lo puedo creer...—dije para volver a cubrirme con las sabanas.  No duré mucho así por que los insistentes golpes de mi madre lograron despertarme por fin.

—¡No olvides que hoy es tu día de baño! —dijo con voz cantarina y sus pasos desaparecieron rumbo a la cocina. 

¡¡Salvenme ponys sexys!! 

—Vamos despierta perezosa, dice mamá que vamos a llegar tarde — dijo mi sexy hermano mientras me meneaba.

—Ñoooo —dije aferrándome con mis uñas a las sábanas. 

—Bueno tú lo has pedido...—dijo y sentí que su presencia desaparecía. Entre abrí un ojo y comprobé que me encontraba nuevamente sola y en paz. 

—Vamos Jessy —dijo Patch  Cipriano montado en aquel blanco y enorme unicornio.

—No, ven conmigo — dijo Christian Grey  montado en un dragón a mi lado izquierdo, vaya elección, ambos, ahí semi desnudos. Todos unos Dioses del...amor. (e-e)

Tenía una difícil decisión justo frente a mí, mi vestido verde agua se meneaba al ritmo del viento y las olas y parecía algo tan efímero que cuando estiré ambas manos hacia ellos supe que tenía que responder. 

—Yo...

Ambos se bajaron de sus animales extintos, se acercaron a paso lento y muy sensual hasta llegar a mí y justo cuando ambos tomaron cada una de mis manos y sus cuerpos se acercaron al mio lentamente acercaron sus bocas a mis mejillas y... ¿Me lamieron?

—¡¡Pomes!! ¡¡Largo!!—sacudí mis brazos cómo dos espaguetis bien aguados pero sus lenguas volvieron a mi rostro — ¡¡Largo he dicho!! —exclame medio reclamo medio lloriqueo —Era uno de mis mejores sueños...—dije mientras me frotaba los ojos y finalmente me levanté.

—¡Dios! —dijo Max mientras me veía desde la puerta de mi cuarto — ¡La exorcista!

—Alejate...—dije estabilizandome. 

—¡Huyan Pomes! ¡Huyan! —dijo Max saliendo disparado detrás de las perras. 

—Dejen de gritar niños — dijo Stefy, el otro orgullo de los Maxcel, nuestra hermana mayor, ella ya estaba estudiando economía en la universidad y hasta yo puedo decir que era la única niña de esta casa. Era toda perfección, su cabello al igual que el de nosotros era un castaño miel muy claro y sus ojos eran los heredados a todos por nuestro padre, verdes, pero no eran tan espectaculares, nuestros ojos son verdes mezclados con marrón, a veces amanecen oscuros y otras veces muy claros. 

Salí tras ellos echa una furia pero al llegar a la sala ¡Dios Sangrado! ¡Era mi abuela en bikini! 

—¡¡Ahhh! ¡¡Es puro hueso!! —la señale con un dedo mientras gritaba, cubrí mis ojos y corrí a ciegas de regreso a mi cuarto.