Normal vs Anormal

Capítulo 9: PEPITO TENORIO ¡¡REGRESA!!

JESS

—¿Pepito? —pregunté sin poder creerlo, se acercó y me abrazó.

Pepito era el hermano menor de mi cuñado, el novio de mi hermana (o sea obvio ps wey). Pepito Tenorio era mi mejor amigo hombre desde que nos conocimos, pero él se fue a Quito a estudiar y al verlo aquí, en la puerta de mi casa, un día antes de tener una cita con James. Bueeeeno no era una cita. sí te obligan a ir con tú vecino amenazada por tú "mejor" amiga de decirle a tus padres que por estar "aprendiendo" a conducir atropellaste a tú primer perro y luego dijiste que tú abuela lo hizo, bueno, yo no llamaría una cita en todo su esplendor. 

—Y bien ¿Me extrañaste? —preguntó José para luego abrazarme muy emocionado al volver a verme después de tanto tiempo. Dos años para ser exactos. 

—Bueno —dije nerviosa, sin saber muy bien el por qué —Es toda una grata sorpresa —dije, separándome de él —Pasa, mis papás deben querer verte.

—¡Oh! Claro, pero será en otro momento —dijo soltándome por completo. 

—¿Por? —dejado de lado mi extraño nerviosismos estaba muy feliz de verlo, era mi mejor amigo hombre, no había tenido uno desde hace mucho tiempo y quería conversar con él. 

—Sólo vine a saludar me voy a quedar por unos días, el domingo regreso a Quito y quería aprovechar este tiempo y saber sí quisieras salir conmigo mañana, para ponernos al día—dijo y me miró expectante

—Yo...

¡Por pancho la vaca! ¿¿Qué hago?? 

—Vi y yo iremos al cine mañana —dije un poco aliviada, no era justo pero no quería que viera a James aún, no le había contado nada aún sobre estos...accidentes inesperados. 

—¡¡Genial!! ¿Me puedo unir?? —preguntó alegremente. 

¡Uff! Qué incómodo...

—Bueno veras...yo.... —su celular me interrumpió y me indicó que esperará, colgó. 

—Jess me debo ir, mañana te vengo a ver ¿A qué hora quedaron? —dijo alejándose poco a poco.

—A las tres, pero...

—Entonces aquí estaré —dijo ya varios pasos lejos —¡Espérame! ¡Adiós! —dijo ya muy lejos.

¡Rayos!

Sábado

Desperté gracias a las lenguas de las pomes en mi rostro. Después de maldecirlas y botarles mis medias me fui a duchar. Me puse mi viejo y confiable jean y una camisa roja, una chompa de cuero negra y unas gafas de diadema. Sólo yo me puedo quemar los ojos cuando el sol me topa, agarré un bolso de balón, guardé mis cosas en él y lo cruce por mi cuerpo, tras atarme a una silla contra mi voluntad y a solo minutos de que José llegara, mi hermana me maquilló, labial y máscara de pestañas...parecía niña.

—¡Vamos! —dijo Max.

—¡Ya voy! —grité, pero elegantemente.

Cuando de pronto el timbre son. 

¡Nooo! grité mentalmente mientras mi misma reía a carcajdas. 

Bajé escalón por escalón sintiendo ese "habdjxkvshdid" en mi interior. 

Abrí la puerta con el corazón a mil. Lentamente fue revelado un rostro cuando sin esperarlo la puerta se abrió de una sola y casi me mata.

—¡Abre rápido que me hago pipi! —dijo Vi entrando cómo cohete a la casa y subiendo las gradas de dos en dos ¡Uf que alivio! Iba a cerrar la puerta cuando...