Akelarre

A punto de explotar

Gróa estaba muy contenta, sabía muy bien que Elyiah estaba sufriendo gracias a su Magia. Pero también sabía que ahora que las Hadas habían descubierto lo que le pasaba a Elyiah la curarían en poco tiempo. Pero en ese tiempo Gróa daría su próximo golpe...

El caldero borboteaba y expulsaba mucho humo, Gróa removía ansiosa este con una gran cuchara. Tardó bastante en terminar esa poción, pero debía darse prisa, así pues cuando el brebaje estuvo listo lleno un frasco y lo guardo en su zurrón, después y arremolinándose en su negra capa desapareció.
Allí en el cielo, estaba la malvada Gróa volando como de costumbre en su vieja escoba de mijo, se acercaba velozmente al palacio de las hadas pero con un sigilo increíble. Descendió lentamente en una torre y se escondió en una almena, allí se transformó en una alimaña pequeña y reptó por el suelo hasta llegar al dormitorio real...
Sacó cuidadosamente la botella del zurrón y vertió unas gotas en los labios de Elyiah, después sacó su larga vara y tocó la bacinica haciendo desaparecer la magia negra que palpitaba, a continuación tocó también la copa en la que se hallaba el antídoto que le habían preparado a Elyiah y lo cambió por néctar de flores y transformándose de nuevo en una alimaña salió del dormitorio.
Se arrastró hasta las cocinas donde interceptó algunos platos disfrazada de cocinera hada y envenenó algunos de estos, agregándoles, por ejemplo: suero de aconito y coloquintida, polvos de belladona y hongos letales, ungüentos de cicuta y orines de tarántula, entre otros.
Aprovechó la ocasión para raptar a una Hada, la cual obligó ha hacerse más pequeña y la encerró en bote.
Después regresó de nuevo a su fortaleza, todo estaba a punto de explotar y ella tenía el detonador. ¡Conseguiría más poder y estaría más cerca de su reinado absoluto!