¡Él es MÍO!

XIII

_Muevanse rápido. Alec lograba escuchar leves sonidos de voces, cuando recuperaba un poco la conciencia, susurros más bien, antes de perder la nuevamente.

Luchaba por abrir sus ojos y zafarse a sí mismo de la inconsciencia, sin embargo incluso en la obscuridad le dolian, era como martillazos detrás de sus ojos, con la sensación de hormigueo detrás de su cabeza, sin mencionar el horrible pitido en sus oídos. Y todo eso sin siquiera estar despierto, no quería ni imaginarse que pasaría en cuanto despertara completamente.

_Espero que no te hayas equivocado... La importancia de que él... Ya te lo dije. La voz entre cortada de un hombre a lo lejos lo mantenía un poco atento, ¿A quien querían aquí?, ¿A Johnatan? O  ¿a Jace?.

_Vendra... Es importante para... Si se logrará. ¿Raziel?, No, era imposible que ellos quisieran o al menos supieran de que él estuviera en la tierra.

Intentaba moverse, sabía que estaba en el suelo, probablemente el bosque ya que olía a tierra mojada y había ligeros sonidos de aves, pero podía ser otro lugar.

                       Narra Jace

Esta bien, había metido la pata, no debió de haber dicho aquello, sin embargo Alec tenía que entender que todo aquello era peligroso, si el tenía las marcas la razón más normal y ética era que le eligiera a él, porque por Raziel, darle una oportunidad a ese hijo de... Lilith, era una idea descabellada, pero ya que se dejará conquistar era peor. La Clave no lo tomarían bien, el solo pensar en que podía perder a su parabatai no le generaba un terrible escalofrío en la columna.

_Debi de... no debí de ser tan duro. Bajo la mirada, analizando sus zapatos como si fueran lo mejor del mundo.

Bueno, mejor dicho lo había arruinado, Alec tenía todo el derecho a decidir a quien darle la oportunidad, y sus sería citas eso tendría, citas.

_Ese estúpido demonio con cara de ángel no me vencerá en conquistar a mi querido parabatai. Hincho su pecho con todo el orgullo de un cazador de sombras, para luego mirar el cielo y pensar en su hermano.

Tenía que buscarle y hablar con él, asintió a su pensamiento y acelero el paso al instituto.

                 Narra Sebastián

Sentía el pecho arder un poco, hace algunas horas el sabor amargo subió a su garganta y no le dejaba tragar en paz.

_¿Que demonios es esto?. Sonaba su pecho cicatrizado suavemente, intentando bajar el dolor.

Cerro los ojos por un leve momento intentando entender el porqué del dolor, sin embargo no llegaba ni una sola respuesta. Soltó un suspiro pesado y camino por los pasillos de esa enorme mansión hasta llegar al de entrenamiento, tal vez con algo de esfuerzo físico su mente se aclararía.

_Es una tontería. Tomo una espada y la giro en su mano con gracia letal, miró el filo y los ojos de Alec vinieron a su cabeza.

Se sobre salto al pensar en su ángel... Espera ¿Porque lo llamaba su ángel?, El chico aún no decidía a con quién se quedaría y ya lo estaba proclamando suyo, aunque claro si se esforzaba era más que seguro que terminaría quedándose con el, así fuera que matará a ese rubio teñido. Sonrió malicioso al imaginar a su Alec sentado sobre sus piernas, mientras ese niño ángel se desangraba en el suelo; por otro lado si hacia eso probablemente esos lindos ojos azules le miraría con odio y lo intentaría matar, por supuesto se dejaría asesinar, es decir, ¿A quien no le gustaría morir en esas calidad manos, mirando esos azules y bellos ojos?.

_Me estoy volviendo loco. Pego la espada en su frente negando, mejor dicho se diría así mismo "enamorado".

Alec, ese cazador ya comenzaba a hacer estragos en todo su cuerpo, solo pensarlo le movía el corazón... ¿Y si Alec estaba en peligro?, El solo pensar en eso le hizo correr por la puerta y por los pasillos, saltando el barandal de las escaleras. Si el estaba en peligro no dudaría en dar su vida por él, no dudaría en dar hasta la última gota de su sangre por su ángel.

Sus ojos verdes se volvieron cual carbón, lleno de ira hacia aquel que no conocía, pero estaba seguro que se arrepentiría de haber nacido.

                     Narra Jace

Ya estaba cercas del instituto, en el camino había estornudado más de una vez, pero no le tomo demasiada importancia. Se detuvo por un momento cuando a lo lejos noto una luz blanca.

_¿Que demonios es eso?. Con curiosidad la siguió.

                      Narra Raziel

Había estado mirando el cielo desde la gran ventana que tenía ese lugar que había conseguido, le gustaba el cielo desde este lugar. Sabía lo que venía, les daría un par de minutos hasta que el tuviera que intervenir, solo esperaba que esos dos se dieran cuenta que le habían secuestrado. No paso mucho tiempo antes de que sintiera la energía de Jhonatan vibrar, sonrió levemente, esperando a que el otro se manifestará, sin embargo no pasó. Soltando un suspiro, soplo en su mano creando una esfera de luz blanca.

_Guialo. Dándole un beso le indico el camino a esa guía sagrada que salió volando