IV

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Los rayos del sol entraban por la delgada cortina donde Jace y Alec dormían cómodamente, el pelinegro ya comenzaba a despertar y al mirar a su parabatai dormido a su lado le hacía suspirar.

-Te perdono. Se estiró con cuidado de no despertarlo, sabía que si Jace se levantaba tan temprano sin razón de algún demonio, se pondría de mal humor.

Salió de la cama tanteando el suelo alfombrado, al bajar camino hacia el baño donde abrió la llave para comenzar a llenar la tina, volvió a la habitación buscando su ropa en el armario.

-Que flojera. Sólo tomó unos boxers grises, un pantalón negro, una camisa azul mar y un suéter del mismo color, dos tallas más grandes. -Al menos dirán que no tiene hoyitos. Sonríe al recordar a Izzy y su madre diciendo le que tiene que cambiar de ropa.

Volvió al cuarto de baño y comenzó a desbestirse, no le gustaba verse al espejo por las mañanas, su mala auto estima le hacía ver cada uno de sus desperfectos aún más con los rastros del suelo en su rostro. Al meterse a la tina sintió sus músculos relajarse, soltó un suspiro de alivio, tomo el jabón y comenzó a enbajorarse con cuidado, al pasar el jabón por el lado izquierdo de su cadera sintió un delicado ardor, al mirar hacia ese lugar noto una marca.

-¡¡Aaaah!!. Salió de la tina a rastras y al mirar de nuevo a sus caderas noto que del lado derecho también estaba la misma marca. -¡¡Aaaaah!!. Al rededor de ambas marcas tenía un suave tinte rosado.

Cepillo su cabello negro con sus dedos jalando lo un poco, miaraba a todos lados y al regresar su mirada al espejo y observar las marcas soltaba un suave grito ahogado.

-Esto debe de ser una mala broma. Tenían un color dorado hermoso, aunque eso era muy extraño. -No puede ser. Tocó la marca de su caer a izquierda tallando la un poco, pero no se quitaba y sólo le producía un ardor más fuerte.

Esas eran marcas de compromiso... ¡DE COMPROMISO!, muy bien no había que entrar en pánico, sólo estaba comprometido con no sólo un extraño... sino con ¡¡DOS!! y ¿quienes eran?, es imposible decir, porque a algún idiota se le debió hacer divertido ver el sufrimiento y confucion del neflim.

-Por Raziel. Cerró los ojos mientras mantenía la mano en la marca izquierda, se sentía agradable, como si hubiera mucha esperanza y felicidad en ella; pero también había un sentimiento de dolor y soledad.

Abrió los ojos y entonces comprendió que lo que sentia era lo que había en el corazón de su otra mitad, de la persona que tuviera la otra marca. Con cuidado colocó la mano en la marca derecha y Cerro los ojos concentrándose en ella, sólo lograba detectar paz y amor. Abrió de nuevo los ojos y sonrio, le gustaba saber que ambas personas tenían un poco de alegría en sus corazones. Con tranquilidad volvió a la tina donde su sumergió y continuó limpiando se.

-Sólo tengo que saber quien las puso. Dejo que el agua con jabón se fuera, mientras el abría la regadera para enjuagar los restos de espuma.

Necesitan a relajarse mas, desde que Magnus y el habían terminado se había estresado mucho, incluso el brujo de lo había hecho ver cuando fueron a pedir le ayuda; la verdad que se entendían mejor que como amigos que como novios, ahora se podía burlar junto con el brujo, de sus aventuras sexuales. Dejo que la tina volviera a llenarse, para dejarse hundir dentro, el agua tibia le sentaba bien.

-Niño te vas a volver una pasa. La voz le saco de su ensoñación  haciendo lo mirar hacia esta. -Vaya, parece que has visto a un fantasma. El Ángel rio.

-Yo...ammm. Abrió y Cerro su boca sin comprender lo que pasaba, Raziel el mismísimo Raziel se encontraba recargado en la puerta cerrada del baño, mirando lo expectante.

-Me han quedado muy pulcra y simétricas las marcas. Sonríe de manera dulce.

-Tu las. Miro a sus caderas mientras sus mejillas se tintaban de rojo.

-Si yo lo hice. Se encoje de hombros como si fuera lo más normal del mundo. -Por cierto, evita dormir con la ventana abierta, algún loco se puede meter. Alec sólo ladea la cabeza.

-Yo... aún no entiendo el porque de las marcas. Se levantó colocándose una toalla rapidamente -Eso es de una importancia irrelevante. Con cuidado comenzó a secar el cabello del neflim con otra toalla. -Aquí lo importante es hacerte entender que no puedes dormir con la ventana abierta niño. Raziel dobló la toalla y la coloco en el cesto de ropa sucia.

-Cuando habla así señor Raziel parece un padre sobre protector. Alec se comenzó a colocar el boxer y el pantalón.

-Yo no soy sobre protector. El Ángel se cruzó de brazos fingiendo estar ofendido. -Pero no me llames señor, me haces sentir mas viejo de lo que estoy. Con calma de recargo en la puerta.

-Digame... ¿quienes son los que tienen las otras marcas?. Se sentó al borde la tina y miro al angel.

-Lo único que tienes que saber es que tu eres la clave para acabar con la guerra. Con cuidado acarisia la mejilla del ojiazul. -No será tarea fácil niño, pero se que lograrás hacer esto. Bajo la mirada, mientras se ponía de cunclillas.

-Pero, si elijo a uno, ¿que pasará con el otro?. Sus manos estaban acuñadas en las grandes de Raziel.

-Lamentablemente, ambas riñas tienen un muerte... bueno eso ya lo descubriras. Dándole un suave beso en las manos el Ángel desapareció en una nube de humo dorada.

-¿Por que a mi?. Alec se levantó y salió del baño, Jace aún estaba dormido.

Estaba asustado, ¿acaso el fin de la guerra dependía de el?, ¿porque?, Alec sabia que había otros que hubieran elegido instantáneamente una opcion. Rápidamente se colocó lo que le faltaba de ropa y salió de la habitación a la sala de armas, necesitaba pensar y alejarse de todo aquello que le produjera una distraccion. Al todpareces los que se encontraban en el Instituto se hayaban dormidos, toda la paz para él. Respiro hondo caminando hacia su destino, le agradaba cuando no había tanto movimiento, aunque eran pocos los habitantes, el lío que arrmaban era inmenso.

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Como les prometi, la nueva actualizacion, taraaaaaaaaaaaaa!!! Amén me. Los amo e intentaré acualizar lo antes posible... nos leemos la próxima ♡





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