Hace media hora, sin mentir, estaba observandola.
Observando a eso que era la prueba de muchas cosas.
A eso que me daño una vez más.
Dejé la cadenita de mujer en donde estaba y suspiré. Debo admitir que fue un golpe al corazón, pero no me daño tanto. Una pared se había instalado fuera de mi corazón que estaba en proceso de reparación. Ni Cristián ni nadie va a lastimarme de nuevo, no voy a dejar que me pisoteen y eso fue algo que me repetí el día que lo perdone a Pavón.
Y hablando de Roma, me llegó un mensaje de él. Decía de que hubo problemas con el catering pero que ya los había solucionado.
Si, la boda es mañana.
O iba a ser, porque ahora si estoy armando las maletas definitivamente, porque me di cuenta que Cristián no va a cambiar ni por mí ni por nadie. Estaba en su forma de vida el ser así y yo no podía hacer nada.
Agarré la maleta y me dirigí a lo de mamá. La cadenita la había descubierto hace unos días, por lo tanto ya había sacado el pasaje a Cuba, nuevamente.
Mamá y Sebas ya sabían todo, entonces me llevaron hasta el aeropuerto y me despidieron.
Esta vez era definitiva.
Así que sin más interrupciones, subí al avión y me apoyé en la pequeña ventana.
Estaba pensando en todo, en los lindos momentos, en los malos, en mi infancia, en Melissa y en Cristián, pero no lloré, sonreí.
Sonreí porque sabía que esto era lo mejor.
No lloré, al fin y al cabo ya no siento dolor.
es re cortito, i know, perdóoooon
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masoquista » kichan pavón.
Short Story❝no puedo despegarme de vos aunque me rompas en mil pedazos, cristian❞. lenguaje argentino.