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A las siete de la mañana SungYeol estaba fuera del servicio de oncología esperando a su supervisor, había practicado las disculpas durante el camino al hospital, sólo rogaba que MyungSoo no se colocara exquisito diciéndole que no lo dejaría entrar.

Llegó WooHyun y SungJong y ambos comenzaron a murmurar cosas entre ellos mirando a SungYeol.

Seguramente el rumor ya que había extendido y obviamente MyungSoo fue el culpable.

A las siete y media MyungSoo salió del ascensor y caminó hacia la puerta ignorando completamente la presencia de SungYeol, el castaño fue detrás de él y trató de hablarle pero MyungSoo comenzó a saludar alegremente a los enfermeros y paramédicos del lugar.

Llegaron juntos a la sala de descanso y SungYeol casi se golpea en la frente cuando MyungSoo dejó ir la puerta hacia atrás para cerrarla, pudo alcanzar a poner la mano.

Su supervisor lo estaba ignorando de una forma impresionante, llegó a prepararse un café y a revisar mensajes en su celular mientras SungYeol estaba parado junto a la puerta con las palabras en la boca.

De pronto MyungSoo alzó la mirada —Oh, estás aquí.

SungYeol quiso correr para golpearlo, era bastante obvio que estaba ahí de pie hace diez minutos.

Trató de sonreír pero no pudo, aun así se acercó lentamente al mayor —Buenos días doctor Kim.

—Buenos días.

SungYeol junto sus manos frente a él y ladeó la cabeza para verse más tierno, hace dos años le funcionó con su supervisor cuando llegó tres minutos tarde y no quería dejarlo entrar.

—¿Tienes algo en el cuello? —Preguntó MyungSoo acercándose al pequeño para enderezarle el cuello —¿Te duele?

SungYeol apartó sus manos y la sangre subió a sus mejillas —No, no tengo nada.

El pelinegro soltó una carcajada porque conocía a los estudiantes como SungYeol, claro nunca conoció a un interno tan amargado y serio como SungYeol pero sabía las cosas que utilizaban para ganar simpatía.

Se afirmó en la mesa y miró a SungYeol.

—Quiero pedirle disculpas —Comenzó a hablar SungYeol y MyungSoo asintió —Por no obedecerlo y por no saber adaptarme al servicio.

—Además de faltarme el respeto.

—Y por haberle faltado el respeto —Habló sin separar los dientes.

—Bien, ¿Entonces qué quieres?

—Saber si me puede volver a aceptar aquí.

—No lo sé —MyungSoo caminó por la sala —No quisiera que los niños aquí bajaran el buen ánimo que tienen solo por un estudiante.

SungYeol guardó su orgullo dentro de una caja cerrándola con llave y suspiró —Puedo ponerme una nariz de payaso, sólo eso.

—Y un corbatín —Agregó MyungSoo.

—Está bien —Aceptó cerrando los ojos.

MyungSoo sacó las cosas de un bolso y se encargó de colocárselas a su interno. No podía evitar sonreír, SungYeol mantenía el rostro serio, hasta parecía que estaba sufriendo internamente pero se veía adorable.

—Sonríe —Pidió MyungSoo.

—¿Qué?

—Quiero ver tu sonrisa.

SungYeol obedeció de mala gana formando una mueca con sus labios, la cual le sacó una carcajada al pelinegro.

—Sé que puedes hacerlo mejor —Animó MyungSoo.

El menor llenó de aire sus pulmones para luego expulsarlo rápidamente y sonreír.

Imaginó a MyungSoo sufriendo, por eso le salió tan natural.

—Mucho mejor —MyungSoo tomó un sombrero y pegó flores y autos en su bata —Vamos.

—Pero no es necesario que siempre esté conmigo —SungYeol lo detuvo en la puerta —No soy un estudiante de primer año, estoy consciente de lo que hago y soy bueno en ello.

—Lo sé pero no te podrás despegar de mí ni siquiera un segundo durante los próximos diez meses.

La expresión de SungYeol cambió radicalmente,había cavado su propia tumba y MyungSoo se encargaría de bailar sobre ella.

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❥Amorterapia | ➳[MyungYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora