«· Mi Mejor Amigo ·» || Lee Felix🐱

10. Increíble encuentro

Soo.

   Los días en el instituto van de mal a peor.

   No pude evitar que Haneul le confesará sus sentimientos a Felix. Hice todo lo que pude, pero se lo dijo, eso lo esperaba. Lo que menos pensé que pasaría... Fue que él le correspondiera.

   —¿Es... tu novia? —Le pregunté a Felix incrédula y un tantito dolida.

   —Sí... —Tragó saliva. Se le hacía difícil decírmelo, solo por eso relaje mi expresión. No debería sentirse mal por mi culpa—. Soo, sé que tú más que nadie me comprenderás, ella aún... Me gusta.

   Esas simples palabras...

   "Me gusta".

   Retumbaron en mis oídos...

   "Me gusta".

   Llegaron hasta mi corazón...

   "Me gusta".

   Y un inexplicable dolor se adueñó de él.

   ¿Comprenderlo? Claro que lo hacía. Él la quiere, lo sé. Pero simplemente no puedo estar feliz. Y no me gusta, se supone que debería estarlo, después de todo, al fin está con quien... Ama.

   Uh, ¿será amar una palabra demasiado fuerte?

   No debería pensarlo demasiado, ni mucho menos atormentarme tanto cuando él está feliz. Pero Haneul se encarga de mantenerlo ocupado, cuando no lo esta distrayendo es cuando puedo estar con él y eso no pasa seguido. Yo solo... No debo ser egoísta.

   Para completar otro pésimo día, es viernes y mis ánimos están por los suelos. Normalmente al siguiente día es cuando me repongo, cuando estamos solo Felix, mi kit de fin de semana y yo. Ese pensamiento me hace sonreír.

   Camino hasta la salida, allí están los chicos esperándome y a Felix que seguro está por ahí con Haneul. Les brindo una sonrisa como saludo y vuelvo a mi cara de cachorrito abandonado. Los chicos me dan una sonrisa de consuelo.

   Felix se acerca con Haneul, su brazo está por encima de sus hombros. Notar ese pequeño detalle causa una punzadita en mi corazón. No creo que esté bien que los siga viendo, al menos no lo está para mi salud emocional.

   Como siempre me saludó con una sonrisa radiante y revolvió mi cabello.

   Caminamos hasta la limusina, pero al ver que no se despedía de la castaña me extrañé.

   —¿Haneul ira con nosotros? —Se me adelantó Hyunjin en preguntar.

   Él siempre dice lo que yo quisiera decir. Eso... Es agradable.

   —Sí, su auto está en mantenimiento. ¿Está bien que la llevemos?

   Los chicos asintieron. Yo... Tenía que encontrar una forma de no ir con ellos. No me agrada la idea de ver sus escenitas y allí dentro sería imposible no hacerlo.

   —Este... Chicos, olvidé que debo comprar algunas cosas, me iré caminando. Hasta luego.

   Me di la vuelta dispuesta a irme.