11. Sentimientos encontrados

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Felix.

   El silencio y la oscuridad son mis acompañantes en esta fría noche. Cada cierto tiempo me remuevo en la cama con incomodidad.

   Me resulta demasiado extraño pasar otro fin de semana sin Soo. Es... Como si hubieran arrancado una parte vital de mí.

   Me hubiera encantado estar con ella, pero a Haneul se le ocurrió invitarme a recorrer todos los lugares posibles.

   Mi mente y mi corazón ahora son un remolino de emociones. Pensé que quería estar con Haneul y, aun cuando algo me decía que no debía, hice lo que creí, era lo indicado.

   No me mentiré a mí mismo, disfruté los primeros días de nuestra relación, pero algo o más bien alguien, no me permitía disfrutarla completamente. Sí, me refiero a Soo. La pequeña de la que me comencé a alejar debido a las interminables citas con mi novia. Casi ni hablábamos ya, eso... No me gusta.

   Comencé a dudar desde hace un tiempo. Me negaba a creer que nunca amé a Haneul y que solo era un capricho de la infancia, pero si lo pensaba bien, todo tenía sentido. Nunca me sentí tan bien con ella como cuando estoy con Soo. Es extraño que las compare, pero es que siempre la vi como mi inalcanzable chica ideal, pero ahora, ya no más.

   Una sola persona es la que necesito y mi corazón también, aquella que con solo una sonrisa alegra mi día, aquella que siempre está conmigo, aquella perfectamente imperfecta persona, aquella chica que amo de verdad.

   Mis propios pensamientos me dejan perplejo y algo conmocionado. Acababa de admitir que mi mejor amiga me gusta. Eso es tan...

   Casi caigo de la cama al escuchar el repentino timbrar de mi teléfono. La luz de este ilumina la habitación, lo tomo más calmado y contesto de inmediato al saber quién es.

Soo.

   Ni mi kit de fin de semana pudo animarme. Traté de distraerme leyendo un libro, pero me hacía falta la presencia de cierta persona.

   Cerré mis ojos con fuerza y me removí en distintas posiciones, pero ninguna me hacía sentir cómoda. Además, ver que el cielo estaba cubierto de nubes grises y casi imperceptibles rayos me tenía inquieta.

   Rogué muchas veces para que esta noche no hubiera tormenta, no ahora que estoy sola. Mi miedo, aunque parezca tonto, siempre estuvo ahí. Nunca tuve a alguien que me ayudara a pasar las noches de tormenta tranquila —que no fueran mis padres—, hasta que llegó Felix. Con él... Me siento segura.

   Las nubes ignoraron mis ruegos, comenzó a llover. No estaba tan mal, ni siquiera se oían las gotas caer.

   Pero hablé antes de tiempo. De un segundo para el otro la lluvia se intensificó. Sin embargo, eso no fue lo peor. Truenos, los odio, los odio. Solté un chillido cuando escuché un trueno aún más fuerte que los demás, y luego... La luz se fue.

   La habitación quedó totalmente a oscuras. ¿En qué clase de película de terror me había metido?

    Por milésimas de segundo un rayo iluminó mi habitación. Yo... Estoy asustada, muy asustada.

   —Es solo lluvia, es solo lluvia. —Me repetía a mí misma.

   Uno, dos, tres truenos y ya tenía la vista nublada debido a algunas lágrimas traicioneras.

   Sé muy bien que no es muy recomendado hacer esto mientras llueve, pero no creo tranquilizarme pronto si no lo hago. Al menos, necesito escuchar su voz.

«· Mi Mejor Amigo ·» || Lee Felix🐱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora