04. Stray Kids

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Soo.

   —Tonta niña —dije entre dientes alejándome.

   Y pensar que todo iba tan bien.

   Como todos los fines de semana, vine al supermercado a comprar víveres. Fui al pasillo de los cereales y, cuando vi que sólo quedaba una caja de cereal de chocolate -mi cereal favorito-, mis pies se movieron automáticamente, apresurados hasta mi objetivo. Pero cuando ya casi iba llegando, una niña se me adelantó. No iba a perder mi dignidad peleándome con ella. Lo admito, me lo pensé, pero después de ver a los que supuse, eran sus padres, pasé de largo a la niña que iba feliz abrazando la caja de cereal.

   Disimuladamente, busqué entre las cajas a ver si había más, pero nada. Comencé a lloriquear llevando mi cabeza hacia atrás. Rendida, caminé arrastrando los pies hasta el cajero.

   ¡Qué gran día!

   Primero, pierdo mi caja de cereal favorita contra una niña que le calculo unos ocho años y, ahora, tengo que hacer fila para pagar. Fantástico.

   Miré hacia mi carrito, en una esquina podía ver claramente el espacio vacío donde debería estar mi cereal. Suspiré y sonreí en linea recta. Puede que esté armando mucho drama por una caja de cereal, ¡pero de verdad la quería!

   Iba a seguir quejándome mentalmente, sin embargo, justo en ese espacio en el que debería estar mi caja de cereal, estaba. Y no era producto de mi maravillosa imaginación, ¡ahí estaba!

   Alcé mi vista en busca del alma bondadosa que me había devuelto la felicidad. Reí internamente recordando a Felix.

   —¿Hyunjin? —pregunté extrañada en cuanto lo vi.

   —Hola, bonita. Vi esta caja de cereal y pensé: "Oh, esta es la favorita de ChocoSoo", así que la compré para ti.

   Desde el día que los conocí había quedado bautizada como: "ChocoSoo", el apodo me hizo estallar de risa la primera vez que lo escuché. Recuerdo haber mencionado mis cosas favoritas ese día, aunque no creí que lo recordaran. Alto, ¿me había llamado " bonita"? No, seguro escuché mal.

   —Hola, Hyunjin —saludé brindándole una sonrisa—. No sabes cuanto te agradezco esto, es un bonito gesto de tu parte.

   —No hay de qué. —Hizo un gesto con sus manos restándole importancia.

   —De todos modos, ¿qué hacías por aquí? —pregunté lo primero que pensé.

   —Lo mismo que tú —respondió encogiéndose de hombros. Cierto, ¿qué más se hace en un supermercado? Tonta tenía que ser.

   Mi mirada fue hasta mis pies, para luego ver los de Hyunjin, hasta llegar a sus piernas, recordando que hace varios días me senté ahí.

   Me golpeé mentalmente por pensar tal cosa. Qué vergüenza.

   —Soo. -Hyunjin me llamó. Lo miré espantada, pensando en que pude haber soltado alguno de mis pensamientos en voz alta—. ¿Vas a pagar? —preguntó y respiré con tranquilidad. Miré hacia la fila y ya era mi turno—. Nos vemos luego. —Se despidió revolviendo mi cabello.

   —Hasta luego —respondí con el mismo tono que usó y agité mi mano hacia su dirección hasta que lo vi alejarse.

   Ah, justo ahora parecía estar viendo a un ángel alejarse.

   Luego de pagar y asegurarme de tener todo lo necesario, volví a mi hogar. Un departamento en el que vivo sola. A veces, Felix se queda a dormir, pero la mayoría del tiempo mi única compañía es la soledad.

«· Mi Mejor Amigo ·» || Lee Felix🐱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora