"Tutoría"

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-Ven-.Le dijo Harry.-Te voy a llevar a la habitación de Tori.

De pronto Hermione se puso nerviosa, ¿En serio Tori le daría clases?

Caminaron de vuelta por el pasillo hasta la sala dirigiéndose a las escaleras las cuales subieron, Harry caminó por un largo pasillo hasta una de las puertas del final, los nervios aumentaron, ya no había marcha atrás y Hermione ya no estaba tan dispuesta como antes.

¿Qué pasaba si de pronto Tori se cansaba y comenzaba a tratarla mal?

Estaban en su casa, podía hacer lo que quisiera.

Harry alargó la mano hacia el pomo pero no lo giró si no que miró a Hermione.

-Sé cómo puede ser mi hermana-.Le confesó mirándola.-También sé cómo se ha comportado de mal contigo, pero ella...-.Cerró los ojos.-Tiene su porque Hermione, no te lo puedo decir y tampoco te estoy pidiendo que la perdones ni nada, pero solo no lo olvides, ¿Está bien?-.La castaña asintió aunque no entendía muy bien.

Harry giró el pomo abriendo la puerta y pasando primero.

-Tori, Hermione vino-.Le avisó.

La pelinegra estaba de espaldas a la puerta sentada frente al escritorio.

-Ok-.Contestó sin girarse.

Harry rodó los ojos.-Cualquier cosa me llamas-.Le susurró a Hermione antes de irse.

Hermione observó la habitación, era grande, mucho más que la de ella, tenía una cama matrimonial en medio, en el lado derecho un pequeño espacio con puff, cojines, un pequeño sillón y una mesa donde estaba un enorme televisor, del otro lado, una puerta, imaginó seria el baño, dos puertas de madera que seguro serian el armario, una biblioteca y una puerta de vidrio con una cortina que daba a un pequeño balcón.

Quería decirle lo bonita que le parecía la habitación pero se mordió el labio sin ser capaz de hacerlo, Tori aún se mantenía dándole la espalda como si ella no estuviese ahí.

Exhaló llenándose de valor, total, sería su tutora y de una u otra manera debían de romper el hielo.

-Tu habitación es muy bonita-.Dijo.

-Gracias-.Contestó Tori segundos después girándose en la silla.

Hermione pudo observarla bien, tenía el cabello suelto, la nariz ligeramente roja y aún seguía en pijama, se levantó de la silla sentándose en el medio de su cama.

-Siéntate-.Mas que petición pareció una orden.

Hermione se acercó hasta sentarse en el escritorio y al escuchar la voz de la chica se dio cuenta que estaba un poco pastosa y ronca.

-Si estabas enferma no tenías por qué haber hecho que viniera-.Le dijo mirándola.

Tori alargó una mano tomando un pote de agua abriéndolo y bebiendo, en una mano mantenía agarrado un pañito.

-Si no lo hacía hoy, no lo haría después-.Contestó mirándola.-Además es un simple resfriado, no es la gran cosa.

Hermione asintió lentamente.

Tori alzó una ceja.-¿Por dónde quieres empezar?-.Espetó.-¿Viniste a tutorías no es así? ¿A qué esperas?

Hermione buscó rápidamente su cuaderno y el libro sacándolo de su mochila.

GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora