CAPITULO 19 PERDIDA DE UN SUEÑO

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CAPITULO 19 EL AMOR DE ARNOLD I

¿Cómo explicas lo inexplicable? Es increíble como es la mente humana, muchas veces puede ser extraordinaria la gente que logra tornar una capacidad más allá del promedio para hacer cosas tan impresionantes y que jamás podría ocurrírsele a una persona tal vez con menos interés sobre esas extraordinarias hazañas, pero ¿Cuándo se trata de comprenderla? Es lo más complicado del mundo que muchos no terminan de entenderla pese a llevar toda su vida estudiándola

¿Sera verdad que nunca muere nada de la mente? Es decir hay recuerdos que a veces regresan sin previo aviso y podemos pensar que es un sueño pero ¿Qué tal si no fuera un sueño? ¿Premoniciones? Creo que todos los hemos tenido pero ¿Quién hace caso a eso? O siquiera ¿Quién se acuerda de ellas al despertar? El cerebro al estar en reposo total entra en un modo de desactivado donde a mi parecer puede encontrar cosas útiles, recuerdos olvidados o estas predicciones que si cuando despertamos no conectáramos el interruptor de vida estresada donde es más importante cosas superficiales que lo demás, podríamos ahorrarnos a veces las sorpresas que le llamamos dejavu y así evitar la confusión pero ¿Cómo hacerlo? Ni siquiera conocemos realmente cómo funciona el cerebro de tal a tal, siempre nos terminamos sorprendiéndonos a nosotros mismos, porque también...no todos somos iguales ni somos hechos del mismo material y mucho menos funcionamos igual, si todo fuera así de fácil, la vida sería aún más aburrida de lo que es al limitar el poder de la mente por nosotros mismos...

A.P.S

Era un día nublado donde la tristeza era reflejada en el cielo, tristeza que en una pequeña no debía ser normal, ¿Por qué demonios pasaba eso? ¿Cómo alguien de tres años podía siquiera pensar en cosas que debes preguntarte cuando tienes 15? Cuando ya vas comenzando a abrirte a la vida, era increíble y para colmo de los colmos nadie le hacía caso.

Se acercó a su familia quienes miraban a su hermana con una gran devoción, devoción que por supuesto no era nunca para ella, esta tocaba el piano con tal soltura y gracia que encantaba a cualquier bobo, su padre por ejemplo.

¿Y cómo una niña de tres años estaba tan despierta? Simple, era un instinto de supervivencia que había adquirido ese año, pues sus padres no le tenían el menor cuidado y ella había aprendido a cuidarse sola poco a poco desde antes de cumplir tres y ahora tenía tres y medio, pronto cuatro y sabía que nada iba a cambiar ¿O tal vez si? Quien sabe, ella era tan solo una niña, lista pero aun niña.

Era su primer día de clases y había estado ansiosa por ir como para que su hermana lo arruinara, se acercó a su madre para comentarle que era hora de ir a la escuela.

-Mami...la escuela –Comento jalando a su madre pero esta solo la miro con una sonrisa algo aburrida y volvió a ver a Olga quien le había respondido a su madre a lo que anteriormente le había preguntado, otra estúpida pieza de música seguramente.

-¿No es increíble? Olga pianista a los trece años –Dijo orgullosa de su pequeña hija prodiga

-En efecto, será famosa, es la mejor siempre en todo lo que se propone y gana cada concurso de ortografía de la ciudad, es un orgullo para los Pataki

-Papi ¿Quién me llevara a la escuela? –Pregunto interrumpiendo a la familia perfecta sujetando a Bob Pataki del pantalón

-Eh...ah sí como sea...sal a jugar un rato

-Voy sola...escuela –Dijo la pequeña rubia mirando a sus padres por última vez como seguían enfocados en Olga, Olga siempre, Olga la perfecta.

Camino por las calles pese a que la lluvia arremetía contra ella, sin dejarla a veces en paz con el frio pero no era nada comparado con sentir el abandono de sus padres, era muy triste para ella ver que no existía, anhelaba la atención que su hermana tenia, que ellos estuvieran así una vez con ella pero no...pensó que entrando a la escuela sería diferente pero al parecer...al parecer...

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