CAPITULO 11 NIÑO MILAGRO

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Hey Arnold no me pertenece

Solo esta historia que es de mi entera imaginacion

espero que les guste

nos vemos abajo

...

CAPITULO 11 LA DESAPARICION DE HELGA I

El corazón no siempre es predecible y en ocasiones hay situaciones, circunstancias que nos obligan a actuar de un modo inesperado, dándole un giro a lo que habíamos venido haciendo pero...¿Qué ocurre cuando haces las cosas por impulso? Si ya es malo esto se imaginan hacerlo sin saber una razón del porqué de ese impulso, es lo doble frustrante y sorpresivo que lo primero.

Como dicen por ahí...nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, esto también puede aplicar cuando no recuerdas lo que tenías hasta que te es arrebatado nuevamente, la realidad es que por amor se hacen muchas locuras y a vece la misma locura nos lleva a la cordura y sobre todo a la claridad que necesita el corazón aun cuando puede ser demasiado tarde.

H.G.P

Eduardo se encontraba reuniendo todo lo necesario para poder llevar a Simmons a buscar a Arnold, Helga, Phoebe y Gerald quienes habían ido en esa locura de hallar a los padres de Arnold. No podían dejarlos en la jungla.

Mientras que el señor Simmons trataba de encontrar a los abuelos de Arnold pero desgraciadamente no lo había logrado aquello no estaba bien, su nieto estaba perdido en la jungla y tal vez no lo verían más y ellos deberían de saberlo pero cuando respondió Susie la respuesta no fue la que esperaba.

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Arnold despertaba de aquella pesadilla donde...no, solo era un sueño, un mal sueño...debían apresurarse para encontrar a sus padres o los ojos verdes lo más pronto posible tenía un mal presentimiento.

Salió de la tienda de acampar que compartía con Gerald quien estaba profundamente dormido no parecía tener intenciones de levantarse, por más que lo movió Gerald no despertaba.

-Gerald...vamos –Salió del lugar para ir a la tienda de las chicas, quienes estaban despiertas, parecían hablar de algo importante pero cuando el pidió permiso para entrar no hablaron de lo que estaban comentando.

-¿Qué ocurre, Arnold? –Aún no se acostumbraba a que Helga le hablara por su nombre y no por sobrenombres aunque cuando de repente se le escapaba en algunos breves momentos su carácter de antes eso era el paraíso para el de momento, salió de sus pensamientos para ir a lo que había ido.

-Gerald no despierta

-¿Qué? –Susurro Phoebe asustada

-Tal vez es el mal del sueño del que habla mi padre en su diario y si es así, debemos apresurarnos porque eso quiere decir que la sombra está cerca y además los únicos que saben cómo curarlo son mis padres –Dijo rápidamente sin esperar a tomar aire, aquello comenzaba a parecer más una pesadilla que la realidad, pero era la realidad y eso solo lo hacía peor.

-¿Y cómo nos lo llevaremos? –Pregunto Helga

-No lo sé yo...

No había pensado en ello, pero en el momento preciso que estaba planeando algo en su cabeza para llevarse a Gerald, el susodicho apareció por detrás de ellos sobresaltándolos a los tres.

-¡Gerald!

-Creí que llevaban prisa –Murmuro frotándose los ojos –Vamos hay que apresurarnos ahora que aún es de día

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