Narra Sammie...
Después de lo que paso ayer con Jazmín y principalmente con Estiven, me he quedado más pensativa y extraña de la cuenta.
Quiero saber a que se refería cuando dijo “Empieza el juego” ¿Será que me hará la vida imposible? ¿Acaso intentará conquistarme? ¿O solo dijo eso para preocuparme?
¡Ah! Todo esto es tan confuso. Aún así no dejaré que haga nada. Prometí que actuaria con él indiferente cuando trabajemos o estemos juntos. Es inevitable ya que somos socios y pronto avanzaremos más nuestras empresas.
Con respecto a este tema... ¡Aún no se que hacer! No me gusta eso de ser modelo, además de que no me visualizo en eso del modelaje y la fama. Soy más... Sencilla. Si, esa es la palabra correcta, y mi estilo.
Debería visitar a mi madre, ella puede aconsejarme algo y decirme que puedo hacer. Por ahora me dedicaré en estar tranquila en casa, ver películas de acción (obviamente) y más tarde escribir algo.
Estos días me encuentro algo bloqueada o estancada por el trabajo.
Termino de ponerme mi ropa. Salgo de mi habitación arrastrando mis pies por el pasillo (literalmente) estoy muy cansada. Bajo las escaleras.
Hoy he amanecido con una pereza increíble. Creo que si me podrían en un concurso con un perezoso le ganaría el primer lugar.
Que aburrimiento...
Entro a la cocina, y empiezo a preparar mi desayuno.
Al terminar me siento a comer con mi plato en la mesa. He preparado panqueques con arándanos y zumo de naranja. Hoy comeré despacio y voy a disfrutar de cada trozo de mi comida.
Tengo el día libre en la empresa. Ayer me encargue del papeleo, revisar archivos, ordenarlos y bueno... De algunas pequeñas reuniones del personal. Nada fuera de lo común.
Me pasaré el día en mi casa, disfrutando de mi soledad y de las grandes películas que hay en la televisión. No iré a esa estúpida fiesta de Estiven. Tal vez hasta aburrida se dé, total, sus amigos irán. ¿Para qué quiere que me encuentre ahí?
Me termino el desayuno. Lavo los platos y los dejo guardados en donde estaban.
Salgo a la sala. Me siento en la mesa del comedor y empiezo a escribir algo sobre mi libro. La inspiración es algo que llega en cualquier momento y tienes que aprovecharla aunque sea breve.
Releo nuevamente las dos páginas que escribí. Estoy conforme con lo que tengo hasta ahora.
Todo esto es irónico. Escribo una historia de romance y no me gusta, ni tampoco experimento uno. Es algo curioso.
Guardo las páginas en mis archivos personales y cierro mi computadora. Será mejor que me ponga a ordenar un poco la casa. Tengo tiempo de sobra para esto.
Me pongo a realizar los quehaceres domésticos de la casa escuchando música (Claro esta) y me pongo a bailar llevándome de su ritmo.
Tomo la escoba en mano y canto como si fuera un micrófono. Lo importante es vivir el momento.
Siento como abren la puerta de mi casa, pero sigo cantando y no le presto atención. Viene la parte buena y no me la quiero perder.
—¿Se puede saber que estas haciendo?—preguntan detrás de mi.
Esa voz. Esa chillona voz que esta molesta. Es Jazmín.
—¿No me vez? ¡Estoy cantando! ¿Quieres hacerlo tú también?—pregunto mirándola.
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Rosa frágil. [Borrador]
Historia CortaRosa frágil será una historia de pensamientos escritos en un diario por mi recién personaje: Samantha Camphel. Sera una empresaria y escritora de diarios poéticos, donde plasmará ideas, frases y pensamientos de la vida cotidiana que pasaran en su en...