[1] JESSICA JONES » Steve Rogers

Capítulo 3

╔────── ¤ ◎ ¤ ──────╗

CAPÍTULO 3

╚────── ¤ ◎ ¤ ──────╝

Durante la misión, Steve descubrió que Natasha tenía una misión diferente. Considerando que ponía en peligro la misión, el capitán no dudó en mostrar su molestia al director Fury. A lo que el agente de un solo ojo, le presentó el Proyecto Insight y los tres helicarries con el objetivo de neutralizar y predecir amenazas.

—Esto no es libertad, es miedo.  

Concluyó el capitán muy seguro de sus pensamientos. Quizá era de una década distinta, pero Steve Rogers sabía reconocer las buenas ideas. Y la idea de juzgar antes de que se cometiera el crimen, no le parecía correcto.

Salió del Triskelion montado en su moto, fue hasta el Smithsoniano para ver la exposición del Capitán América y decidió visitar a Peggy en su casa de retiro. Su corazón se rompía al verla tan enferma y cansada por la edad, había tanto que le hubiera gustado vivir a lado de la agente Carter. Pero el destino le jugó así y no podía volver atrás, aunque él lo deseara con toda su alma. 

—Hola extraño —saludó Jessica desde el suelo, viéndolo a través de la cámara. 

El gorro azul no ocultaba su identidad, por lo menos no para Jessica. 

Steve sonrió divertido al ver a la chica acostada en el suelo con las piernas arribas apoyadas en el monumento a Washington, tal y cómo lo hacían muchos turistas. 

La insistencia de Natasha hizo que llamara a Jessica, la agente rusa tenía alguna obsesión por querer hacerlo socializar. Además, estar con Jessica fue divertido y quería volver a repetirlo. Era una mujer diferente, se le notaba muy despreocupada e interesante a la vez. Muchas mujeres querían salir con el Capitán América más que con Steve Rogers.

—¿Te hice esperar mucho? —preguntó el Cap, mientras le daba la mano a la mujer ayudando a levantarse.

—Sí, pero no me importa —se encogió de hombros y soltó la mano de Steve para empezar a caminar. Volteó cuando el soldado no hizo ademán de seguirla—. ¿Steve? 

—Discúlpame, estoy con muchas cosas en la cabeza.  

Ambos empezaron a caminar juntos.

—¿Qué paso en esa misión? —preguntó pero Steve no respondió—. Okay, misión ultra secreta. Lo entiendo. 

—Lo menos que quiero es hablar de mis misiones, Jessica.— afirmó.  

—Esta bien, entonces hablemos de otras cosas.

Steve se lo agradeció—. ¿Te gustaría acompañarme a visitar a un amigo? 

La pelinegra asintió y levantó la cámara hacia Steve—. Sonríe.