C A P I T U LO XXIII |La Gran Boda...|

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CAPITULO VENTITRES.

Mi mente no para de procesar lo de anoche. Observe a Lucien con un libro en la biblioteca. Mientras yo le acariciaba el cabello. Al parecer no le molestaba que yo estuviera encima de él. Mientras leía sobre economía.

Yo entendía que Lucían no era trigo limpio. Pero esto sobrepasaba los limites. No podía decir que me forzó. Pero si me engaño y caí en su juego, en este momento odiaba que fueran gemelos. Esto le llevaba a estar alerta con cualquiera de los dos. Tanto como la personalidad volátil e intensa de Lucien. Como el cambio de roles que le gustaba a Lucían, esperaba que la segunda solamente haya sucedido una sola vez. Esperaba que el tema no se volviera a tocar entre nosotros. Lucien no dudaría en partirle la cara y la verdad no tenía ganas de presenciar una pelea familiar. Tenía que admitir que el ataque de celos era otro nivel. Si es que se podía llamar así.

Observo a Lucien pasar la página del libro y mi mente divaga

-quiero gemir tu nombre.

- ¿el mío o el de mi hermano? -sus caricias fueron remplazadas por un agarre brusco a mi cuello sin llegar a asfixiarme. - ¿crees que no sé, que mi hermano intento aprovecharse de tu inocencia mientras le gritabas mi nombre al oído? -aprieta un poco- te toco, te beso y jugo con tu cuerpo durante un buen lapso de tiempo. -se ríe y yo me remuevo.

Me levanto de su regazo y me echa un vistazo rápido, tomo el celular y me entra una notificación

Numero privado: aunque cambies de numero siempre estaré delante de ti. ¿Cómo sabían los labios de Lucían? Te verás espectacular de blanco.

Visto

Algo se agita en mi pecho mientras salgo de la biblioteca. Me paso una mano por el rostro. Algo me dice que ella sabe muchas cosas. Me dirijo a la ducha de mi habitación el mensaje a instalado calor en mi cuerpo. paso la mano por mi cuello sudado, salgo empapada de agua mientras me seco el cabello con una toalla. Observo la caja del vestido de novia.

¿Qué tan soportable será llevar una vida con él?

-prometo para tu salud mental ser un poco soportable. -me doy una vuelta exaltada, esta recostado del marco de la puerta con el libro en brazos.- si quieres puedo ponerte un apodo ridículo como en tus series románticas. Bambi.

-muchas series románticas, Bambi

- creo que deberías dejar de pensar en voz alta. -se burla un poco, me fijo en su vestimenta. Esta igual que anoche. Su pecho descubierto y un pantalón gris, esta descalzo

-si-dije en un tono neutral.

- ¿sucede algo? -unió sus cejas mientras le quitaba la atención al libro. Dejándolo caer en su brazo.

-no

Suceden muchas cosas Ivanov.

-sigues pensando en voz alta. -su tono de voz no me da tregua.

Pase por un lado con decisión de ir a la cocina, me estaba convirtiendo en un libro abierto frente a él. No me gusta. Mi escape es fallido.

Me toma del ante brazo dejando caer el libro al suelo, y cierra la puerta de la habitación estampándome contra ella, levanto la vista por inercia, su mirada me recorre todo el cuerpo y nuestras respiraciones se mezclan.

-ahora me gustaría saber, que mierda te sucede. No quiero arruinar mi temperamento antes de casarnos.

-¿tu temperamento?-me rio en su rostro.- pregúntaselo a tu maldita actitud.-anoche...

Casada con mi MALDITO Jefe © [MALDITOS IVANOV'S I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora