Casada con mi MALDITO Jefe © [MALDITOS IVANOV'S I]

C A P I T U L O XXXIII |Broma Disfrazada 2|

El plato principal era una simple ensalada cesar. El salón emanaba un aire totalmente prospero. Todos nosotros nos dimos una mirada cómplice. Comí con tranquilidad evitando conversar con los presentes. Mi mente maquinaba a una velocidad exagerada

-Señora Ivanova. -levante la vista observando a Ángel.

Te vas a morir defecando en el baño.

Lucien me miraba expectante igual que a ella, fije que se entretuvo con su celular. Y su expresión cambio.

>> ¿Qué le parece? - pregunto Ángel de nuevo y no respondí, la verdad no tenía idea de lo que haya dicho.

Me había concentrado en un momento en Lucien. Su expresión detonaba ira.

- ¿Qué habías dicho? -ella dejo de comer, limpiándose con una servilleta volvió a hablar.

- qué maravilla te ha sentado haberte casado con tu jefe, y pasar de secretaria a Embajadora Nacional de la empresa.

El salón había quedado en completo silencio, Lucien levanto la mirada observando como la rubia sonreía, portándole un aire angelical. Por instinto coloque encima de la mesa mis codos entrelazando mis dedos, creando un soporte para mi mentón.

-no es un secreto, que me haya casado con mi jefe, y respondiendo tu pregunta se siente Satisfactorio. Estar con una de las figuras más influyentes del país. Ángel-escupí su nombre, llevé a mis labios el vaso de agua. Ella achino los ojos.

Llego el postre. Y todos nos volvimos a observar soltando una sonrisa. Visualice el perímetro el lugar estaba atascado de personas. mire el techo el sitio obviamente contaba con cámaras que incluían el sonido.

Luego necesitaría una copia de esta aventura. Mi conciencia se desestabilizo por un momento. Le eche la culpa a la cantidad de personas que me llegaban a abrumar. Quizás era el pequeño karma que estoy recibiendo. Colocaron el postre encima de la mesa, y mire de reojo a Diego que observaba expectante el dulce. Luego pasee mi mirada sobre Khaterine quien había empezado a devorar el dulce, mi vista se detuvo en Ángel. Tomando la cucharada de la crema de chocolate y dándole un bocado

-hora de la casación. Joder me siento mal por su trasero. - cuchicheo mi amiga.

Solo tocaba esperar para que el laxante hiciera su efecto inmediato. No podía dudar que el postre estaba buenísimo. Deje la crema de chocolate por la mitad. Mi estómago se encontraba ligeramente inflamado y necesitaba un abdomen que lucir en lo que restaba de la noche.

-joder ¿no piensas comer lo que queda?

-créeme Khaterine que a Cleopatra no le queda nada de espacio en su estómago.

-háganle caso a la muñeca de playboy

-entonces ¿me lo puedes dar? -ella alzo las cejas rápidamente y le di la copa con crema.

Mi vista se fijó en Ángel, sonreí con discreción. Se había empezado a tornar blanca como el papel.

-ahora sí parece un cadáver. -comento mi amiga y le di un golpe por debajo de la mesa-¡au!

El maquillaje le daba un toque de muerte, sus labios estaban del color de su piel. Se veían pálidos. Observe su copa. Totalmente vacía, eso me indicaba que se había comido la barra de chocolate.

A los inodoros se le veía una descarga portento. De tan solo imaginar la escena de la mierda desbordándose me causaban arcadas. Lucían se carcajeo de la nada mientras ponía los ojos en mí. Él sabía lo que pensaba, su hermano le miro confuso.

-imaginamos lo mismo. -dijo y me estremecí dándole una mirada de asco

-me encantaría saber el chiste. -menciono Lucien con aparente apatía