Fin de clases

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Bianca


-Vamos, ya pasaron tres semanas. ¿Acaso no me hablaras en todo el verano?

-Sí.

Ubique una almohada debajo de mi cabeza y me quite los espantosos zapatos negros que me obligaban a usar en el instituto. Hice un pequeño globo con el chicle que llevaba masticando horas y ya estaba un poco duro.

-Sabes que te quiero, y te prometo, ¡te juro! Que no paso nada.

-Claro que no paso nada porque yo llegue. ¿Y si no hubiera intervenido? Estoy segura que se hubieran enrollado ahí mismos.

-No exageres.

-No lo hago.

Solté un suspiro rendido y fije mi vista en el techo tratando de encontrar alguna forma en las manchas de la madera.

-Prometo, por la garrita no insinuar nada mas con Tobias.

No se escuchaba nada al otro lado de la línea y pensé que se había cortado cuando hablo nuevamente.

-Te creo.

Mordí mi labio inferior para aguantar mi grito de felicidad. Esta chica podía ser difícil si quería. Me tuvo tres semanas atrás de ella pidiéndole perdón y haciéndole favores.

-Gracias.

-Yyy... que me dices sobre tu misterioso inquilino.

Reí. Celeste era una de las chicas mas cotillera que había conocía y sabia que ya no aguantaba más esa pregunta y saber todo sobre la "nueva mascota de papá" así lo había apodado.

-Se llama John Weder. Vendrá a trabajar para mi papá durante todo el verano para su empresa. No entiendo bien que es lo que hará. Algo sobre llevar las cuentas.

-Mmm... me gusta cómo suena eso.

Me levante de la cama y camine descalza hasta la ventana. Corrí la cortina y pude ver el gran jardín verde con una enorme piscina. Apoye mi cabeza en la ventana mientras miraba al exterior y hablaba con Celeste.

-¿El qué? Pareciera como si la mascota de mi papá se metiera en mi verano.

-¿Por qué lo dices?

Una pequeña figura apareció en el jardín con una cortadora de césped. Me quede mirándola fijamente como si supiera que alguien lo estaba viendo levanto la mirada y me miro. Pasaron unos segundos y me sonrió. Me limite a observarlo un poco más, sin expresión en mi rostro y me tire nuevamente en la cama.

-No lo sé, es un poco extraño. Un chico de 17 años viene a mi casa a pasar todo el verano trabajando en la empresa de mi papá. Algo no me cierra. Como sea, no me quejo. Podría ser mi "ligue de verano". Pero primero lo obligare a hacerse un examen de sida.

-Despreocúpate y disfruta. Quien sabes, podría ser todo un galán. Y sabes a lo que me refiero.

Me reí.- Sí, se a lo que te refieres

-Como sea ¿Salimos esta noche?

-No lo sé...

-¡Esperen! ¡Alto! ¿Bianca Linnet duda sobre salir a una fiesta?

-¡Oye! Eso dolió, aparte esta semana salimos mucho.

-No tanto.

-El lunes a la tarde fuimos a tomar helado con los chicos y en la noche fuimos a casa de Travis y nos quedamos a dormir allí, el martes a la noche fuimos a la casa de Derek a ver una película y volvimos a las 3 de la mañana, cosa que no le gusto a mi padre. El miércoles fuimos a la piscina de Amanda y volví a medianoche y borracha y ayer fuimos a la fiesta de Paul.

GUARDAESPALDAS (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora