Una vida...

VOLVER

Castellón. Julio/2018.

-Te he echado de menos-. Le dice Agoney al entrar en la habitación.

-Ya te he visto, ya-. Ríe el rubio. - No me has hecho ni caso al entrar.

***

Agoney lo ve entrar en la recepción del hotel. -Que cansadito está- piensa. Y le entran las prisas por despedirse de sus seguidores y subir a la habitación para tumbarse junto a él las tres horas que les quedan antes de salir hacia la estación de tren. Se levanta del sillón justo en el momento que Raoul alcanza el ascensor dispuesto a irse, pero se da cuenta... las fans están al tanto de todos sus movimientos y si sale corriendo detrás del rubio, se jodió su plan. Lo que no sabe es que es tan obvio, que ya han visto la dulzura en sus ojos al mirarle y seguirlo mientras cruza el vestíbulo y se encamina hacia su habitación.

***

-Dos horas Raoul, dos horas o más he estado con ellos. Y ahí están, siguen convencidísimos de que estamos juntos, no hay quien les baje del burro. Ya no sabía que decirles.

-¿Y no lo estamos? ¿O me he perdido algo?

-Claro que lo estamos rubito pero, no queremos que se sepa, ¿o sí queremos?- pregunta arqueando una ceja.

-No, no queremos... Pero venga Ago, son inofensivos. Les hace gracia, nada más.

-Odio tener que mentir, Raoul. Y me cuesta no gritarles que tienen razón, que estamos juntos que nos queremos y que compartimos mucho más que una canción en un concierto. Quiero gritar que no te odio, que no nos odiamos, matiza, que estamos bien y que lo que hacemos es para que no nos atosiguen los medios.

-Pero si estás encantado Ago... disfrutas vacilándoles, no lo niegues. Te he visto-. Raoul le sonríe acercándose a él. – Además, con lo que hemos hecho esta noche... ¿tú crees que hemos ayudado en algo?-. El rubio suelta una carcajada iniciando un abrazo que Agoney le devuelve. Y el canario agradece poder seguir así después de todo lo sucedido. Abrazados se tumban en la cama envueltos en besos que aceleran su respiración.

–Quieto chiquitín...-. Advierte Agoney. -Aún nos tenemos que duchar y preparar todas las cosas, nos vamos en menos de hora y media, ¿recuerdas?-. Raoul se abraza más fuerte aún al cuerpo calentito de Agoney y hunde la cabeza en su cuello. –Una hora y media da para mucho, amor-. Sonríe. El canario se separa para mirarle a los ojos. –Te compro una ducha compartida, pero no me líes-. Raoul se deshace de su abrazo y lo coge de la mano para levantarle de la cama acercándolo para, acto seguido, desprenderlo de su camiseta.

– ¿Qué parte de no me líes no has entendido rubito?-. Ríe el canario sin separarse de su chico.

– ¿Qué parte de vamos a ducharnos no has entendido morenito?-. Le devuelve el catalán. - ¿Quieres ducharte con ropa?-.

Ambos se deshacen de las prendas que les cubren entre caricias y provocaciones que terminan con los dos enroscados, cachondos y follando debajo del chorro de agua caliente.

-Al final me liaste...

-Ya... será que no te lías solo.

***

Madrid. Junio/2018

Volver a casa y sentir sus labios es lo mejor que le puede pasar. Ha pasado poco tiempo desde que su relación ha vuelto a ser la que fue. Después de Gran Canaria, y aunque ahora estaban bien, les sobrevino la presión. Agoney no entendió tanto odio hacia él en redes sociales y en alguna ocasión le reprochó a Raoul, incluso públicamente, que los fans hiciesen esa distinción entre ellos, cuando la actuación era de los dos y sin tener en cuenta que anteriormente, el foco de las críticas, había sido el catalán.