1. Angie.

379 26 10
                                    

(Josh)

Salí de casa, aun no se a donde ir (como siempre), me puse mis audífonos y comencé a cantar en el camino. Claro, la gente me mira raro, pero me considero una persona que le da poca importancia a lo que piensen los demás. Y ahora tengo muchas cosas de que preocuparme, como el hecho de que mis notas suban o que algún día deje de ver a mi padre en la tv como un delincuente y perverso traficante o el simple hecho de que mi autoestima se mantenga firme. En fin, este es mi momento de paz, en los que suelo caminar sin un destino especifico,  para mi es una forma de huir de lo que esta pasando en mi entorno. 

He llegado a la plaza, por fin. -suspire-  Aquí no suele haber gente, ya que es muy lejos de la vía, pero valió la pena caminar hasta acá.  Ha pasado mucho tiempo… solía venir con mi padre y mi hermano cuando era apenas un niño, de aquí provienen los únicos buenos recuerdos que tengo de él. No se porque pero este lugar es especial para mi, mas allá de los recuerdos de mi padre, sentía tranquilidad al estar aquí  tal y como la siento ahora.

 Pero ahí estaba, una castaña no muy alta con una guitarra, no puedo negar que me pareció muy linda, así que me senté y la escuche cantar. Su voz era increíble y la letra hermosa. Podría escucharla toda la noche. Pero su mirada se desvió de la guitarra y se posó en mí.

–No quiero sonar acosador. – Lo dije para disimular mi vergüenza-

– ¿Que haces aquí? Digo, ¿no crees que sea muy tarde? – sonó sarcástica -

–Se supone que debo estar en casa, pero no, es muy tarde. A estas horas de la noche lo que hago es caminar por las calles de Chicago para pensar… 

– ¿Pensar en que? -Me quede en silencio por un segundo.- 

 - Simple. Como puedo hacer para llegar a ser un artista reconocido, desde que era pequeño he soñado con mi música y con el significado de mis composiciones, porque no quiero ser el típico cantante pop que se hace el títere de Hollywood. Quiero ser famoso por lo que trasmita mi música, por lo que llegue a ser para una persona, que no se fijen en mi físico. 

No se como llegamos a ese tema, pero ella se vio interesada. No suelo hablar de esto con la primera chica que me encuentre…

 -Claro, por que no tienes el físico que requiere para ser el nuevo Justin Bieber - río, por lo que la fulmine con la mirada. -

  – Por cierto, ¿como te llamas?

  – Solo dime Angie.

 –  Bueno Angie, es un placer conocerte. Dime ¿Te volveré a ver?

Por alguna razón, no podía dejarla pasar, tenia que asegurarme que la volvería a ver.

– No lo se, no suelo hablar con extraños.

– Lo se, es extraño…  -Trate de que no se notara al desanimarme, por lo que decidí bromear al respecto, digo, así tal vez sedera- Créeme que no te secuestrare, violare, incluso robare. 

 – Pero vengo a menudo…-soltó una carcajada- 

 –  ¡Que bien! Eso quiere decir...

 – Eso quiere decir que vengo constantemente. –Interrumpió-

– Esta bien. –Suspire, no quise que se sintiera incomoda con mis pregustas, así que le sonreí y seguí mi camino.

   – ¡Oye! –grita, por lo que extrañado me dirigí a donde estaba ella.

   –   No me has dicho tu nombre – sonrió-

 – Josh. - Esta chica si que es rara.- 

 –Es un placer Josh, ¿Quieres ir por un helado? –Dijo ella-  Pero si no quieres esta bien, lo entiendo.

   – Claro. –sonreí-

Guardó su guitarra en su estuche y comenzamos a caminar. Mientras caminábamos hubo un silencio incomodo, por lo cual dije lo primero que se me ocurrió.

–No creo que a estas horas de la noche vendan helado –Dije con un tono burlón, ella empezó a reír-

Me quede en pausa unos segundos pensando en lo hermosa que se ve así. (Riendo)

–Conozco un lugar. -Lo dijo orgullosamente formulando una sonrisa al instante.

 Hablamos por todo al camino, no parábamos de reír, sus chistes realmente eran muy malos pero ese mismo punto me causaba mucha risa. Al llegar, pude apreciar con la mirada a ese lugar donde los recuerdos me llegaron de pronto y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Esto es nuevo para mí, llegar al lugar que después de tantos años no pisabas  es algo... No se como explicarlo. 

- ¿Estas bien? -interrumpió mis pensamientos y de inmediato asentí con la cabeza- 

- Si, lo que pasa es que tú me pones nervioso - Puse mi típica sonrisa seductora, pero al parecer, en ella no funciona. Me acerque mas a ella.- ¿No tienes respuesta a eso? 

Dio un paso atrás para mantener la distancia y enarco una ceja. Yo por mi parte trataba de mantener mi postura de seductor pero a ella la alejaba más. ¿Que mierda pasa con esta chica? Definitivamente quiero hacer cualquier cosa para que me de una señal que le gusto o algo al parecido... Pero no, ella sigue con cara de confusión asi que es mejor que me despida y me valla. 

- Oye calma chico, solo hemos venido por un helado no es una cita. - Soltó una carcajada - Pero me agrada que lo intentes Josh Cooper. 

- ¿Como sabes mi apellido? - me quede boquiabierto ¿me conoce desde antes?

- Lo adivine. –Dijo antes de profundizarse en sus pensamientos- digamos que  conocí a tu hermano.

- Pues debiste haberlo conocido hace tiempo,  mi hermano tiene 4 años viviendo en Londres y no ha regresado desde entonces.

- Oh pero ¡eres idéntico a él! – Empezó a  sujetar fuerte mis mejillas como lo hace mi abuela, eso es repugnante.-

- Por algo somos gemelos ¿no? -Quité sus manos de encima y le guiñé un ojo-  

- Pues si –sonrió- Pero al menos se puede ver la diferencia.

- Ah si, ¿Qué nos diferencia? – La miré frunciendo el ceño.-  

- Cuando él regrese te aseguro que te diré sus diferencias, aunque creo que no será necesario…

- ¿Cómo sabes que va a regresar? –Esto estaba más que extraño, según tuve entendido nadie sabia de su regreso solo la familia y los más cercanos. Definitivamente esta chica es una loca acosadora.

- Ya sabes, los cotilleos. –Se encogió de hombros – Tu helado se descongela. –Soltó una carcajada a la que me uní.-

Los siguientes minutos duramos en silencio disfrutando de los helados, y noté que esta chica tiene una cicatriz en su lado izquierdo de su cuello, eso de verdad me confundió, miles de preguntas inundaron mi cabeza ¿Habrá tenido un accidente? ¿Será  por maltrato? Decidí no seguir pensándolo ya que no es de mi incumbencia, probablemente no la vuelva a ver y si lo haría vaya que seria extraño encontrarte con la misma persona entre todos los habitantes de Chicago, Bah, eso solo pasa en telenovelas o en las cursis películas románticas.

-Creo que nos debemos ir, ya son las 2 am y por lo que veo el dueño de la heladería nos va a correr pronto. –Le dije a ella antes de ir a la caja a pagar los helados. Ella solo asintió y sonrió.

- Bueno fue un placer, nos vemos Josh.

- Igual cuídate.

Llegue a mi casa poco antes de las 3 am, sabia que no había nadie por lo que entre sin ningún problema. En mi habitación, me quite la ropa dejándome solo en bóxers y me adentré a la cama. Mañana va a ser probablemente un día no agradable ya que mi estúpido hermano gemelo regresa de Londres e ingresara al instituto.

Idénticamente opuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora