(Josh)
Hoy viernes, será el gran día. Las cosas se están arreglando finalmente, mi suerte ha cambiado y no puedo dejar de pensar en la última noche que vi a Angie. Si, suena maricón pero es lo que me esta pasando… Tampoco he podido dejar de pensar en la llamada de mi padre esa misma noche, las mismas palabras rodean mi mente. “Recuerda lo que te he dicho siempre” ¿Qué me ha dicho? ¿Y porque no regresa?
Debería decirle a mi madre sobre esto pero se ve tan feliz… que no seria capaz de devolverla a los días de preocupación, angustia y llantos que le ocasiono mi propio padre. Se que en algún momento se va a enterar de esa conversación que tuve con su esposo esa tarde, pero prefiero que sea un día muy lejano.
Veré a Angie, no solo eso, la llevare a la fiesta. Día perfecto para aprovecharla ¿no?
-¡Perro! Feliz cumpleaños. –Me lancé encima de él frotándole con mi puño la cabeza, haciendo desordenar su cabello. –Yo son 18 años. Ya tienes edad para embarazar tías. –Dije entre risas.
-Gracias perro. –Respondió Nathan librándose de mi agarre, pero no duro mucho tiempo porque todos los chicos se le tiraron encima, gritando y golpeando su cabeza (típico de ellos) – ¡Ya déjenme! –Dijo soltando carcajadas.
-Esperen ¿Y los regalos? –Dijo Andrew burlón al ver la cara de todos.
Mierda.
-Si. ¿Y mis regalos? –Se me había olvidado por completo y al parecer, con la cara de los demás, no soy el único. –Les daré tiempo hasta la noche. –Dijo Nathan divertido.
-Pero si Andrew preguntó es porque el ya tiene tu regalo ¿No es así? –Pregunte irónicamente, la expresión de Andrew cambio inmediatamente lo que me hizo sonreír.
-Si… queremos verlo. –Dijo uno de los chicos soltando una pequeña risa.
-Lo prepare para esta noche. –contesto a los segundos orgulloso. Todos empezamos a reír.
-Si, claro.
Se ha acabado el receso, es decir, acaba de sonar el timbre para entrar a la segunda clase del día, todos nos hemos separado para entrar en nuestras respectivas materias. A Nathan le toca la misma clase, nos encaminamos al aula hablando abiertamente.
-Buenos días clase. –Dice el profesor de Ciencias cuando ya todos estábamos dentro. –Preparen todo… en cinco minutos empieza el examen.
-Joder. Lo olvide por completo, de esta no me salvo. –Pensé en voz alta, atrayendo la atención de algunos presentes.
-Tranquilo, es solo una prueba para evaluar tus conocimientos de la materia – Dijo Nathan sonriendo mientras me mostraba la hoja del plan de evaluación. –Recuerda que estamos todavía en la primera semana de clases, solo habrá preguntas de los temas que vimos el año pasado.
-Oh… bueno. –Baje la cabeza al escuchar las risitas de atrás.
-¿Qué te esta pasando? Estas muy distraído últimamente, yo no soy el inteligente aquí y si lo sabía. –Soltó una carcajada mientras le sacaba punta a su lápiz. –Dime quien es la chica perro.
-No, ninguna y ya. Deja el fastidio. –No le miento nunca a Nathan, pero le presentare a Angie esta noche será… una sorpresa.
-Por cierto, te he tenido una sorpresa guardada para esta noche. –Dijo entre risas, lo mire confundido y el se tomo unos segundos para continuar. –Espero que tu también estés preparando mi regalo, porque sino se lo daré a Matt.
Nathan empezó a reírse al ver mi cara, realmente odio que me haga eso… Es un idiota pero es mi mejor amigo, tiene derecho a hacerme todo tipo de bromas, tanto como el derecho que yo poseo. La mayoría de los estudiantes empezaron a callarlo pero este no cedía, seguía riéndose de mí como un estúpido.
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Idénticamente opuestos
Teen FictionMatias y Josh, unos gemelos increíblemente idénticos quienes después de tanto tiempo se han reencontrado. Matt regresa a Chicago después de 4 años en Londres, ¿Que sucederá ahora? ¿El destino les permitirá olvidar el pasado? ¿Que hay detrás de esos...