Capítulo 7

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— ¿Todavía no llega tu celo?

Bruce había estado pendiente del proceso de estimulación de hormonas que había estado llevando para restablecerlo y le sorprendía que todavía no obtuviéramos resultados.

— No te preocupes. Por lo menos tu aroma ha incrementado.— agregó.

Vino a mi mente aquella mañana en la que Stark se había mostrado inquieto ante mi presencia. Había venido a asegurarse de mi salud, me preguntó cómo me encontraba y se marchó rápidamente alegando que tenía cosas que hacer. Aquello me sorprendió ya que era su día libre. Supuse que simplemente era el cansancio lo que, siendo él tan locuaz, le había obligado a ser breve en sus palabras. Pero ahora sabía la verdad; había huido al verse afectado por mi aroma. Ni siquiera se me había acercado como siempre solía hacer, había mantenido su distancia preguntando todo desde una esquina de la habitación. Había tratado de aparentar normalidad cuando en su interior moría por probarme.

Pensé en su famosa continencia, que había creído que no era otra cosa más que el hecho de que no abusaba de sus Omegas en su etapa de celo. (Pues muchos Alfas usaban esta etapa como excusa para aprovecharse de estos.)

Todos se habían extrañado al no ver una marca en mi cuello a la mañana siguiente de haber llegado, ni siquiera habían podido contemplar alguna marca que los Alfas al no medirse producían en la intimidad. Aquello había herido mi orgullo y me oculté por varios días. Al parecer, todos sabían lo que Tony necesitaba menos él. ¿Tendría que averiguarlo yo por él?

— Bruce ¿Qué hace Tony cuando está en celo?— Pregunté, puesto que jamás había oído de algo tan temerario.

Me habían aclarado que no tenía pareja alguna. Y para mí resultaba ilógico que con tanto poder no dispusiera de cuantos Omegas quisiese. Stephen no era una solución, puesto que las relaciones sexuales entre Alfas eran casi inexistentes, sólo en casos especiales. Porque significaba que uno se sometería, y aquello era demasiado para el orgullo de un Alfa. Además Tony no parecía estar interesado en él de esa manera. Atribuí las caricias que le propinaba a Stephen al cariño que le tenía y a su afectuoso instinto Omega; que enterrado en lo más profundo de su ser a veces luchaba por sobresalir.

— Usa supresores.

Por el tono que empleó, parecía que él tampoco estaba de acuerdo con aquello. Los supresores se habían inventado en tiempos de guerra para que el celo no se interpusiera en la misión de los valientes Alfas que iban a batalla. Sin embargo; estos dejaron de usarse por ser riesgosos e ir en contra del instinto.

— Steve. —me había dicho con seriedad — Tony todavía no se desprende. Y ese es tu trabajo.

Sabía que una vez formara un nudo, su parte Alfa habría vencido por completo. Estoy seguro que Stark conocía perfectamente aquello. Entonces, ¿Por qué no había acontecido ya? ¿Era posible que Stark quisiera conservar su parte débil? Cualquiera fuera la razón, estaba empeñado en despertar al Alfa dominante en el interior de Stark y someterme a su voluntad.

— ¿Cuándo es su próximo celo? — pregunté decidido y excitado por la idea de tenerlo conmigo. Pero estaba jugando con fuego y no había previsto quemarme.

— Mañana por la noche.

....

Romanoff había aparecido abruptamente en el desayuno. Había manifestado su preocupación con Stark por la cena que se iba a realizar aquella noche. Yo ya me había acostumbrado a ese ritmo de vida, eran muy constantes las reuniones organizadas en aquella casa. Me había enterado mediante ciertos Omegas que siempre estaban pendientes de todo, que Stark planeaba formar cuantas alianzas pudiera con cada magistrado del país. Buscaba apoyo político para presentarse en las próximas elecciones, que habían sido constantemente aplazadas por motivos que siempre resultaban carentes de credibilidad. El partido de Hydra parecía negarse a la idea de abandonar el poder.

Descompuesto STONYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora