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10 de Enero del 2013, Busan, Corea del Sur.

11:36 am.

Me las vas a pagar.

《♤》

—Mmh..

—Piénsalo, no lo sé.— Murmuró Min con la voz ronca.

—Sí~ lo pensaré..— Respondió coquetamente, cerrando los ojos.

Min esbozó una sonrisa coqueta, mordiendo su labio de solo pensarlo.

—Aunque no te va a salir gratis ésto, Min. — sentenció Park, cruzándose de piernas y provocar que nombrado gruñera en silencio al ver como se marcaban sus muslos.

—Oh si a dinero te refieres no será pro..

—No quiero dinero.— Cortó Jimin, esbozando una sonrisa que a Min lo estaba comenzando a poner como un piedra.

—Entonces, ¿Qué quieres, pequeño?

—Lo sabrás cuando robe lo que me estas pidiendo.— Dicho esto, el pelinegro le dió la espalda dispuesto a dormirse.

—¿Sabias que me estás dando una vista maravillosa de tu culo, Park?— Min preguntó de brazos cruzados sin dejar de mirar los glúteos de Jimin.

Éste sólo asintió

—Es la idea, señor Agust'D.— si supieras lo maravilloso que es sin que nada lo cubra. Pensó Jimin.

—No es el momento de comenzar a coquetear en el auto joder..— Bufó Min colocando su mano sobre su creciente bulto en sus pantalones y tratar de cubrirlo.

—Shh, si sigue hablando así de caliente, señor Min, en la noche no me aguantaré y me escabulliré en su habitación.— Jimin sentenció sin mirarle.

—¿Y eso se supone que es tu amenaza?— Min soltó una ronca risa burlona.—Oh, cariño, estaría encantado con tu compañía en mi habitación en la noche.

Jimin se sonrojo de nuevo.

—Esta bien, me calmaré con los coqueteos.— El tono de voz de Jimin le provocó una risilla a Min.

—¿Ya te haz arrepentido?

—Para nada.— Jimin se giró para quedar frente a Min, mordiendo su labio al ver a aquél caliente hombre tan de cerca.

—No me mires así, joder.— Min apretó los dientes, devolviéndole la mirada a Park.

Por fuera del auto, escondidos para no ser pillados, ambos castaños observaban la camioneta desde atrás.

—No hacen nada.— Bufó Jeon.— ¿Qué Park es lento o no ha calentado a Min?

—No, desde que Min conoció a Park se pone caliente, de seguro están discutiendo o yo que sabré.

—Te dije que en la camioneta no resultaría fácil, Seok Jin.

—Ya caerán.— Seok Jin miró por última vez el auto para dirigirla a su acompañante.— Y tú, pequeño travieso..— Pincho su nariz tiernamente, haciendo que Jungkook sonriera como un niño de 5 años.— Vas a ayudarme a que ambos dejen de ser gruñones y por fin follen, ¿Entiendes?

Welcome, Little » Yoonmin - 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora