—Dicen que a Malfoy le gustan morenas. Eso refleja que a uno le atrae lo opuesto, por eso él y Pansy están juntos. (Pero Pansy es igual a él).
Harry Potter había llegado al Instituto Merlín, por suerte, así lo decían algunos. Por ser ahijado del director, pagando así solo la mitad de lo que debería. Y a pesar de eso, Harry se esforzaba en estudiar para de alguna forma, no ser una carga para su padrino. Aún así solía ser blanco de algunas burlas, por cómo se vestía, por cómo se expresaba, por su físico incluso por su pasado.
Un padre borracho y una madre que no lo quiso. Siendo el huérfano con suerte.A pesar de eso Harry había sido bienvenido por Hermione, la hija de dos médicos importantes. Y Ron, hijo de un Arqueólogo reconocido y una diseñadora alabada tras los años.
Ellos, a diferencia de la mayoría de estudiantes, sabían la dura historia de Harry y de la familia Potter.
Detestado con creces a quienes se burlaban de temas delicados e historias inventadas.Pero ahora Harry tenia un gran problema, mientras miraba con impaciencia la mancha naranja de la camisa celeste. No sabia como quitarla y el detergente parecía no ayudar mucho. Tal vez debería salir por más productos. Se mordió la mejilla desde el interior, acomodando sus lentes.
Necesitaba la ayuda de la señora Molly.
Caminó hacia la cocina, tomando su celular de la mesa, marcando de prisa a Ron.
—Compañero, ¿Qué hay? —Preguntó el pelirrojo tras la línea, su voz sonaba ronca.
—Hola, ¿Estás mejor? —Preguntó.
—No lo creo, me hundo en mocos. —Tras eso, comenzó a toser.
—Ya pasara, no vas a morir. —Río. — Pero... Yo si puedo morir. Ron, tiré jugo sobre Draco Malfoy. —El pelirrojo tras la línea, abrió sus ojos. — ¡Creí que iba a matarme!
—¡¿Te golpeó?!— Preguntó preocupado.
—No, no lo hizo. Pero... Quiere que lave su camisa, no sé como sacar la mancha, Ron, ¡Mi vida depende de esa tonta camisa!
Ron trato de calmar a su amigo, diciendo que su madre sabría que hacer. La ropa era su mundo, ella sabia cada cosa y truco para quitar manchas, la gran ventaja de haber tenido una camada de hijos.
Harry llego mucho más rápido que otras veces a la casa de la familia Weasley, donde por su nerviosismo, no le importó el comentario de Ginny alegando sobre su atuendo y su terrible gusto con la moda.
Por alguna razón Molly siempre salvaba a Harry de una u otra forma.
—¡Gracias! ¡Gracias! —Sonrió.— No sé cómo agradecerte.
—Muchacho, según yo a ti no te interesa mucho la ropa. —Lo miró confundida, después de tantos abrazos y agradecimientos.
—Es que está tiene un significado especial para mí.
Y Ron negó, mientras sorbia por la nariz, no entendía porqué solía callarse las cosas que Draco decía a su persona. ¿Era miedo acaso?, no, no creía que fuera miedo lo que su amigo tenía, solo quería tratar de buscar una razón buena —La cual no había—, a los abusos del rubio engreído.
Para Draco Malfoy las cosas eran fáciles, la escuela aburrida y por eso tenía que buscar una forma de divertirse, de decirle al todos que él era el mejor. Por eso estaba seguro de que el odioso Potter llegaría asustado, listo para una paliza y con una camisa aún llena de jugo. Lástima que nada de eso se cumpliera, pues, cuando por la puerta de la entrada el cuatro ojos pasó, venía con su sonrisa estúpida y una bolsa en su mano.
Odiaba esa alegría tonta.
Apoyó su espalda en el casillero, cruzando sus brazos y mirando con insuficiencia a Harry, hasta que esté se paró al frente de él, alejado de él y elevó su cabeza junto a su brazo derecho.
—Esta limpia, Malfoy. —Y dijo su apellido.
De forma suave, sin un titubeó, sostuvo la bolsa y Harry se fue, perdiéndose entre los alumnos.
Le gustan las morenas.
Pansy llegó y beso sus labios, pero él solo la miró, le había interrumpido. Ella siempre lo interrumpía.
Las clases aburrían, siempre aburrían a Draco, porque le solía ir mal y porque su padre ya le tenía un puesto en la empresa. Perdía su tiempo, siempre sentía que perdía su tiempo, a pesar de tener su brazo envuelto en Pansy.
Ella sonreía de manera burlona, era tan miserable como él y tal vez, por eso eran buena pareja. Después de todo ella le gustaba.—Pero no eres exactamente de piel morena.—Murmuró.
Y por primera vez su mirada se posó en el odioso mocoso, de la primera fila al frente del profesor. Hablando a gusto y preguntando sobre alguna tontería ñoña.
Soltó un gruñido, Potter era irritante.
Tan diferente a él que le frustraba, y no, no sentía atracción por esa diferencia era odio.
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Al menos no el chico bueno
Fanfic"El típico cliché donde el bad boy se enamora del chico dorado de la clase". AU |Draco Malfoy × Harry Potter|