—Resulta tan extraño cuando sabes, que una simple respuesta o desición, cambiará todo lo que has sido hasta hoy.
Sirius nunca podría entender a los jóvenes y eso que había pasado gran parte de su vida con ellos. En realidad, su vida se basaba de una u otra forma en compartir con jóvenes. Pero cuando Harry le dijo que realmente no estaba en una relación con el chico Malfoy —aquel que había visto creerse un matón—, pensó seriamente en seguir al muchacho rubio y deshacerse de él, total, era fácil esconder un cuerpo o quizás solo castrarlo. Aunque haciendo tal cosa, solo probaría su hipótesis: No entendía a los jóvenes.
Incluso trató de que Harry le dijera algo más, fue conversa hasta con la psicóloga de la escuela, para poder encontrar un método, sobre cómo hacerse a un adolescente y charlar.
—No debes presionarlo. Lo que tenga que decirte, te lo dirá a su tiempo. —le dijo la mujer. Mas Sirius solo pensó, que lo único que ella hacía era dibujar círculos en su agendita. Aún así asintió.
Sin embargo, ninguno de sus intentos, durante dos semanas sirvieron. Simplemente parecían inútiles. Harry hablaba normalmente con Ron y a veces comentaba cosas sobre Hermione y como le iba allá tan lejos. Nada más.
—¿Seguro que ese muchacho no te está acosando? ¿O te está obligado a hacer algo que no quieres? Porque déjame decirte Harry, que nadie debe obligarte a mantener cierto tipo de relaciones, a la fuerza.
Una risita se escapó del chico, que levantó su vista del plato de fideos con salsa para solo mirarlo.
—Estoy bien. Por primera vez siento que las cosas van bien. —sonrió. — Puedes estar en calma, que él se está comportando como todo un caballero.
—¿O sea que si son novios?
—No. No somos novios.
—¿Pero lo serán...?
—Depende. —comentó, mientras comenzaba a comer otra vez.
—¿De qué...?
—De muchas cosas. Uno no se enamora tan pronto.
—...Ya, no entiendo nada. Me rindo, pero si te hace algo, no dudes en decírmelo.
Harry sonrió, mientras un "Melo" se escapaba de su boca y su padrino, totalmente indignado, por ser objeto de burla, se levantaba de la mesa llevándose con sigo su plato de fideos. Sirius suspiró ya en la cocina, pensado que tal vez su ahijado si estaba seguro al lado de esa copia barata de James Bonn. No, en realidad una voz en su interior le gritaba que ningún mocoso era digno de su ahijado. Demasiado para tan poca cosa.
Harry llegó a su habitación para responder mensajes de Hermione, preguntas y mayúsculas, incluso audios gritando. Sonrió, la compustura de Hermione había estallado cuando Ron envío una foto al grupo "Los más buenorros😎✨".
Ron🥃:
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Ron🥃: Me siento como el mal tercio Esperen en REALIDAD SOY EL MAL TERCIO HERMSS AYUDAAA :(
Miles de mensajes de Hermione, fueron los que Harry dejo pasar, para reír, porque se encontraba totalmente avergonzado.
Me: Debes calmarte😅 no es nada malo :(
Herms📚: ¿NADA MALO?
Harry la última vez que estuve con ustedes, literalmente Draco Malfoy ni siquiera podía tolerar que respiraras el mismo aire que el
Y Wath, ahora parece querer quitarte el aire
Yo no entiendo nada ._.
Ron🥃: Solo debes entender que Drako es bien gay por Harry
Aunque aún no son novios...✓✓
Luego de que nadie respondiera el último mensaje, Hermione hizo una vídeo llamada vía WhatsApp. La sonrisa de Harry, cambio a una de nerviosismo, mientras su amiga lo miraba seriamente, Ron, por su parte, se podía ver tomando una botella de bebida.
Harry no podía juzgar a su amiga, se había ido y de repente de un día para el otro, el chico que acosaba a su amigo, ahora era con quién compartía saliva, y no parecía odiar para nada. Claramente eso la saco de lugar, pero más, le asustó el hecho de pensar que Harry podría ser solo parte del juego de Malfoy. Alguien que parecía ser tal víbora cruel, sedienta de ambición.
Pero de igual forma, escucho a su amigo y presto atención a la historia que le contaba. Ron como testigo afirmaba los hechos y daba su punto de vista. Hasta que de a poco, la mirada de la castaña se fue suavizando.
—Si te hace algo, no dudes en avisar. —mencionó Hermione. — Eres lo más preciado que tenemos, y por nada del mundo aceptaremos que alguien te haga daño.
Ron alzó su dedo pulgar, mientras masticaba unas galletas que había estado comiendo.
—Gracias chicos.
Finalmente terminaron hablando sobre videojuegos y la extraña compañera de Hermione. Una chica que parecía no dormir y tenía energía de sobra. Para despedirse, y dormir, o levantarse.
Cuando Harry llegó al Instituto, esperaba lo mismo que todos los días. Por esa razón se apegó a Ron, al ver que los pasillos estaban repletos de globos rojos y algunos con forma de corazón. Nada extraño, hasta que comenzaron a sonreírle. Se peino, de forma inconsciente un poco el cabello. Mientras sostenía el brazo de su mejor amigo. Ron, demasiado distraído miraba a los amigos cercanos de Malfoy con carteles.
—Harry...Harry. —meneó un poco al chico, que lo miró al instante. —Mira eso.
¿Quieres ser mí novio?
—Ay Dios. —fue lo único que salió de él.
Al girarse, pudo ver como un chico rubio, se acercaba a él con un ramo de rosas.
—¿Qué dices? ¿Quieres ser mí novio? —preguntó.
Harry Potter solo corrió a los brazos de Draco Malfoy, para que unos cuantos chillidos se escucharán. Las cosas realmente cambiaban de manera intensa.
Ron desde su posición suspiró, mirando hacia el lado y encontrándose con la sonrisa de Pansy.
