La hermana de Ryoma Echizen II~[Prince of tennis]

El sorteo para nos nacionales, y el misterio de Osaka

Capítulo 1: El término de un sufrimiento prolongado. El sorteo para los Nacionales ¿Qué es lo que está pasando? Kaos se ha esfumado. Osaka y el misterio de Kaos. Nanjiroh ¿el único que sabe dónde encontrar a la capitana de Seigaku?

—Espera, tú no puedes venir y terminar de esa forma conmigo—replicó, el capitán de Seigaku.

—Suéltame, Tezuka—exigió dolida, la de ojos azules.

—Te he dicho que esperes—reiteró el de lentes, tomando con más fuerza a la chica, que siguió ofreciendo resistencia.

—Tezuka, me haces daño, suéltame—pidió Kaos, haciendo reaccionar a varios de los presentes.

—¡Capitán, detente! —gritó Ryoma

—¡Voy a matarte! No permitiré que sigas dañando a mi hija, infeliz—aseguró Nanjiroh, que iba en camino a parar al capitán.

Sin embargo, Kirihara ya se había adelantado al padre de Kaos para detener a Tezuka. El jugador de Rikkaidai se aproximó y no pudo evitar darle un golpe al de tercero para que reaccionara y dejara libre a su amiga.

—¡Maldito idiota, ya suéltala! —reclamó, siendo retenido por Ryoga momentos después.

—¡Calma, Kirihara! —pidió Ryoga, que también quería darle su merecido al capitán de Seigaku.

—No te atrevas a volver a ponerle la mano encima—amenazó, el de ojos verdes, mirando con rabia a Tezuka, mientras Kaos se acercaba a su hermano y a su amigo.

—Akaya, tranquilo—pidió la muchacha—No gastes más tu tiempo con él—recomendó, para luego ver a su ex novio—Si llegas a hacer eso de nuevo Tezuka, no voy a reaccionar de la misma forma—aclaró la chica, para que se mantuviera alejado de ella.

—Idiota entrometido—espetó el de lentes, que se levantó y le devolvió el golpe al jugador de Rikkaidai, haciendo caer a Kirihara al suelo.

—¡Quieres detenerte! —suplicó Kaos, sumamente angustiada con lo que estaba sucediendo—¿No te bastó con lo que me hiciste? Deja de dañar a las personas que quiero, Tezuka.

—Simplemente lo defiendes porque seguramente tienen algo. Te haces la inocente, y finalmente me engañaste sin preocuparte de nada—respondió Tezuka, haciendo hervir la sangre de Kirihara.

—¡Repite eso! —exigió ofuscado, el jugador de Rikkaidai.

En ese momento, la muchacha le pidió nuevamente a Kirihara que no siguiera peleándose con Tezuka. La muchacha estaba realmente apenada con todo lo que acababa de suceder. No solo había sido una traición, sino que se había decepcionado completamente de aquel chico que era su novio. Ya no lo reconocía, y le dolía mucho escuchar sus palabras.

—¿Qué dijiste? —preguntó Atobe, que sabía muy bien lo que estaba intentando decir Tezuka con sus palabras.

—Lo que escuchaste, ella es una cualquiera—respondió como si nada, mientras Atobe lo observaba atentamente.

—Tezuka ¿cómo podría hacer esto de una forma elegante? —comentó el de cabellos violetas, que raudamente se acercó al jugador propinándole un par de golpes—Agradece que está esa chica a la que llamas una cualquiera, porque si no, no pararía hasta verte acabado—sentenció el del lunar.

—Es mejor que dejemos esto así, Keigo—pidió la de ojos azules, intentando retirarse con los demás.

—Escucha Kaos, no voy a aceptar que me des calabazas sin darme una explicación coherente—aseguró el de cabellos castaños, dejando sin palabras a los presentes, que no podían comprender la manera errática de actuar de Tezuka.