Capítulo 11.

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Si había estado confundido porque el sacerdote lo besó antes, no podía decir que se encontraba mejor ahora que él hizo lo mismo, de hecho se estuvo sintiendo culpable durante gran parte de la noche y empezaba a creer en aquello de que "el demonio tentaba a las personas", porque no recordaba exactamente cómo fue que terminó una vez más tocándose a sí mismo mientras pensaba en el párroco, ¿en verdad el demonio lo había tomado como un objeto para tentar a un buen hombre de Dios?

Ni siquiera pudo dormir bien y tuvo que enfrentar a las horas de clases, en las que dormitar parecía la mejor opción, sin embargo no podía hacerlo, no si quería tener una tarde tranquila sin sus padres regañándolo por no prestar atención a sus profesores, y a pesar del tiempo y de que las cosas parecían ir mejor en casa sabía que su padre no lo había perdonado por completo, no cuando ahora parecía tener preferencia por Jong In.

Tampoco era que tuviera amigos íntimos, ni siquiera parecía que alguien quisiera llevarse bien con él, no después de lo sucedido con Ji Min y con el tiempo aprendió a acostumbrarse a eso, sin embargo el problema radicaba en que para superar todo aquello se había refugiado en el sacerdote, pero ahora no podía ir hacia él, no cuando era su principal punto de confusión, quien lo mantuvo despierto parte de la noche y en quien terminó pensando mientras se masturbaba.

—Lee.

Escuchó como alguien lo saludaba, viendo una sonrisa sincera en Ki Bum, el joven que acababa de sentarse a su lado mientras él intentaba engañarse a sí mismo que estaba estudiando durante la hora de receso, cuando en realidad sólo estaba pensando en lo sucedido con el sacerdote, aunque ahora miraba confundido al joven a su lado, quien no solía saludarlo en el instituto como si fueran amigos, porque ciertamente no lo eran.

—Hola —murmuró.

Vio una vez más la sonrisa del chico a su lado antes de que éste saltara de su lado y se dirigiera hacia un grupo de jóvenes que Taemin reconocía como los compañeros de clase de Ki Bum, dejándolo confundido por un momento porque el joven parecía dispuesto a conversar con él pero se había ido, aunque minutos después Taemin creyó entenderlo, porque la mirada de Jong In estaba sobre él, como diciéndole que lo estaría vigilando, y las palabras no eran necesarias para saber que lo que su hermano quería evitar era que sucediera lo mismo que con Ji Min. Sólo si Jong In pudiera entender que de Ki Bum era lo que menos necesitaba ser cuidado, porque el hombre en el que más confiaba su familia era la nueva perdición del rubio.

Su mirada volvió a cruzarse con la de Ki Bum, viendo como éste le volvía a sonreír y por un momento por la cabeza de Taemin llegó a pasar la posibilidad de que el joven de cabellos negros estuviera coqueteando con él. Agitó su cabeza apartando ese tipo de pensamientos, porque no quería creer que eso fuera posible, no quería que volviera a suceder lo mismo que con Ji Min.

***

Lo último que Min Ho había esperado era ver a Taemin en la secretaría de la iglesia, el joven estaba atendiendo a una mujer que el sacerdote sabía que acababa casi de salir del hospital después de haber dado a luz un niña, la cual él tuvo en sus brazos unos minutos ya que la mujer lo quiso así cuando fue a visitar a los enfermos; ella dijo que de esa manera su bebé estaría más cerca de Dios, así que la razón de verla en la secretaría no le causó asombro, porque de seguro estaría ahí agendando una misa de bautizo, aunque lo que sí lo tenía sorprendido era ver al rubio ahí cuando el día anterior volvió a huir de él.

Una rápida mirada por parte de la mujer que conocía como Tae Yeon, y toda la atención estuvo en el párroco, mientras ella hablaba no pudo evitar mirar un momento más a Taemin, quien al encontrarse con su mirada escribió algo rápido en la agenda y luego en otro papel, y todo parecía sólo ser una excusa para no mirarlo directo a los ojos.

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