Vi la obscuridad del mundo y me tente, me tente a pecar pero no era yo una pecadora, era solamente una sobreviviente de la crueldad del mundo. Observe mi vida a lo largo de los más de 400 años que arraigaban y auguraban estabilidad hasta antes de este aparatoso cambio drástico, mi mente se enturbio porque el saber que toda una vida había sido arrebatada por nada menos que un petulante individuo de bajo nivel, quien quiso ser más que Dios y termino por debajo de él. Ahora miraba como terminaba mi vida como un ser inmortal para vagar ahora entre los humanos, con un cuerpo frágil, fácil de asesinar y sin ningún poder especial o al menos así lo decían las escrituras que fielmente estudie durante esos cuatro siglos, todo ahora para nada.
Estación del año: primavera
Mes: Marzo, 24
Año: 2018
Ciudad: Guanajuato, Guanajuato. México
Abrí los ojos, una luz abrazadora me estaba molestando directamente en la cara, maldecí y sentí lo que era ser un mortal, lo sabía no llevaba más de una hora aquí y ya me sentía débil, mis ojos no querían abrirse pero la luz insistía en molestar, logre abrirlos un poco pero los cerré de golpe, me cegaba más de lo que tenía contemplado, de pronto empecé a recordar, recordaba gritos, golpes y me enfureció algo aunque no sabía exactamente porque, uno de esos golpes dolió más que nada que hubiera imaginado, seguí tratando de averiguar dónde me encontraba, era un callejón y la cegadora luz que me presionaba a levantarme, era nada menos que el sol encima de mí, intente hablar pero mi boca estaba seca y mi corazón estaba acelerado, me intente poner de pie y me dolía cada musculo que movía, como se supone que esto se podía poner peor -pensé- pero al minuto me desmaye, no vi nada más después de eso, todo estaba negro.
¡Oye! ¿Estás bien? Despierta -escuche una voz decir mientras me estrujaba- ¿te puedo ayudar en algo? -Me sacudió e intente abrir los ojos - ¡hey! ¿Me escuchas? - se escuchaba desesperádo
¿Quién eres? -pregunte casi inaudible
¿Estás bien? pregunto una voz que parecia familiar, aunque aún no abría los ojos supe que se trataba de un hombre, joven por el tono de su voz- ¿puedes decirme tu nombre o el de algún familiar?
Mi nombre es... -iba decirlo pero no lo recordaba, no recordaba mi nombre, no recordaba muchas cosas de hecho ¿Que o quién era yo?... Todo era confuso sabia y no sabía al mismo tiempo
¿Y bien? -dijo, cuando no conteste el hizo un carraspeo con la garganta y hablo de nuevo- ¿Al menos puedes abrir los ojos? -pregunto, de inmediato me di cuenta que me sentía tan serena que no había tenido la necesidad de abrirlos, era como si lo conociera de siempre, no me sentía indiferente a su tacto, era tan extraño
Perdona pero ¿dónde estoy? -le pregunte abriendo los ojos, ahora que lo miraba pude notar su cabello castaño claro, sus ojos color avellana y piel blanca apiñonada, no musculoso pero tampoco flacucho, bien parecido, más bien guapo, sus facciones le favorecían bastante y sentí una presión en el pecho
Estas en el callejón del beso, Guanajuato... -guardo silencio por unos segundos como si sopesara lo que iba decir a continuación -¿Dónde vives? -su pregunta se estrelló en mi mente, por supuesto no tenía un lugar a donde ir o si?
Yo no tengo un lugar a dónde ir creo... -le dije
¿No tienes o no recuerdas? -pregunto
No tengo -afirme- por ahora
Tus ropas también son extrañas -me dijo examinándome, claramente no era normal, vestía una túnica roja con un listón dorado a la cintura, trate de levantarme y el cuerpo me dolía
Está bien, estoy bien, voy a irme de aquí... -dije exasperada
¿estas segura que no necesitas ayuda? Pareces... desorientada -el tenía una expresión de preocupación, ¿preocupado por mí? ¿Por qué? Ni si quiera me conocia
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La Sonrisa Del Ángel (En Edición)
Teen FictionSinopsis "¿Una sonrisa puede desatar la guerra?" Samara es un Serafín de la muerte pero al enamorarse pérdidamente de quien no debía a desatado una guerra que parecía estar muy lejos de poder ganar, sus sentimientos nublaron su juicio y tal vez lo q...