[ Especial Yoonmin ]
Luego de que Jungkook y su novio se fueran, Jimin no tardo en volver al departamento y comenzar a arreglarse, hoy era su aniversario con su querido Yoonnie, cumplían tres años de un lindo noviazgo, y la verdad es que ninguno se arrepentia de ello.
Se colocó un traje no muy formal, lustro sus zapatos y se colocó una ligera capa de maquillaje, luego de unos minutos la pantalla de su teléfono se iluminó indicando una llamada, contestó a la velocidad de la luz que casi sintió como el aparato electrónico se le caía de las manos.
— ¿Mochi?...— se escuchó la voz de la otra línea.
— Yoonnie...— su voz delató lo feliz y emocionado que se encontraba en ese momento.
Una pequeña risita escapó de los labios del mayor, quien negó y tomó aire para volver a hablar.
— Estoy fuera del edificio, así que te espero aquí...
— Oh... ya voy hyung...
Terminó la llamada y tomo su teléfono para luego bajar por el ascensor, al llegar al primer piso arreglo sus ahora alborotados cabellos rosas y salió del edificio, a lo lejos diviso el auto del rubio y corrió hasta el, Yoongi en encontraba recargado en el auto, al ver al menor no evitó sonreír al mismo tiempo que se acercaba para abrazarlo.
— Te ves precioso...— susurró en su cuello haciendo que las mejillas del pelirosa se tiñeran de un violento color carmesí.
— G-Gracias hyung, usted también se ve muy guapo.—hablo más que avergonzado haciendo reír aún más al rubio.
( ... )
Llegaron a un elegante restaurante, las paredes eran plateadas y los muebles al igual que las mesas eran negras con detalles marron y blancos, así como los manteles estaban decorados con bordes cafés y plateados.
— Buenas noches, ¿reservación?.— pregunto un mesero a lo que Yoongi asintió.
— Si, Min Yoongi.
El mesero rebusco entre la lista y asintió, guió a ambos a un balcón retirado de los demás comensales.
Jimin quedó maravillado ante la hermosa vista que el lugar le regalaba, podía ver toda la ciudad siendo iluminada por las luces de las casas, así como también la luz plateada de la luna le daba un toque aún más romántico al momento.
El mesero se retiró con una reverencia, dejando a su disposición dos cartas pertenecientes al menú.
— ¿Sabes? Estos tres años de mi vida han sido, sin duda alguna, los mejores.—hablo el de piel pálida.
— También los míos, de hecho no me arrepiento de haber asistido a esas estúpidas reuniones familiares, ¿quién diría que mi primo tendría a un amigo tan guapo?
— Pensé lo mismo, quedé maravillado al verte con ese jersey blanco, además de que tu cabello rojo era hermoso.— sonrío.
—¿Quieres que me lo cambié a rojo?
— No, no, no, el rosa te asienta de maravilla, bueno, en realidad todo te queda muy bien.
—Yonnie...— susurro avergonzado, el mayor rió ante el apodo, pues Jimin era el único que tenía derecho a llamarlo de esa forma.
Nadie más que el.
—Vamos, solo digo lo que es verdad.— dijo con una sonrisa.
— Yo... me he dado cuenta de que no podría vivir sin ti, es decir, estos tres años me has demostrado lo mucho que me amas, siempre me has apoyado en todo sin importar lo que suceda.— hizo una pausa dejando salir un largo suspiro.— Al principio creí que yo solo sería un pasatiempo, incluso mi primo me dijo que no me fiara de ti, ya que en ese momento recién habías terminado una relación y tal vez, solo querías un buen polvo para olvidar un trago amargo.—mordió su labio inferior con nervios.— Pero... luego de un tiempo tu comenzaste a demostrarme que lo nuestro iba en serio, que todas esas palabras no eran por simple coquetería, lo hacías porque de verdad te importaba nuestra relación, pasabas el día entero llenandome de detalles y susurrandome cosas dulces al oído.- lo miro con una amplia sonrisa.— Por esa y más razones es que te amo, te amo como no tienes idea, y estoy seguro de que quiero pasar más días así a tu lado.
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• 𝔻𝕒𝕕𝕕𝕪 • [ ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ ]
Fanfiction-¿𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫, 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐞𝐣𝐢𝐭𝐨?-𝐬𝐮 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐭𝐚𝐧 𝐬ó𝐥𝐨 𝐩𝐨𝐝í𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐛𝐚𝐛𝐞𝐚𝐫 𝐚𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐚ú𝐧 𝐬𝐞 𝐫𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭í𝐚 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨𝐬. -𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐚𝐝𝐝...