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-Gilbert Blythe es el ser más perfecto de este mundo -escuchó Anne decir a una chica.

Volcó sus ojos.
¿Como es que solo pensaban en chicos? Había más y mejores cosas de las que preocuparse en este mundo. Existían hermosos libros sin descubrir, lugares fantásticos sin explorar, mucha imaginación que explotar ¿para que sus amigas solo pensarán en Gilbert Blythe? Era algo que con pensarlo le daba náuseas, además ¿que tenía Blythe de especial? Era solo un chico, había miles de ellos en el mundo.

-¿Diana? -intentó captar la atención de su amiga.

-¿Sí, Anne?

-¿Por qué a Ruby le gusta Gilbert?

Diana frenó en seco.

-¿A ti te gusta él?

-Oh no, claro que no -respondió ella rápidamente.

-Pues no lo sé, Anne -su amiga puso su dedo índice en su mentón con aristocracia-. Supongo que porque es inteligente, amable, misterioso... y porque es lindo.

-Espera -fue el turno de Anne de frenar en seco.

-¿Que ocurre?

-¿Es lindo?

-Claro, ¿que no te has dado cuenta?

-Yo no veo belleza exterior -respondió con tranquilidad, luego rio-. No es cierto, pues la verdad es que no. No me parece guapo.

-¿Y  nosotras? -preguntó su amiga- ¿Alguna de nosotras te parece linda?

-Por supuesto, Diana. Me pareces bellísima, te ves tal y como una princesa en sus días de soledad invernal -suspiró-, esperando a un príncipe que la lleve a su eterna primavera.

-¡Ay Anne! Usas unas palabras tan diferentes que juntas se escuchan tan preciosas. Yo también creo que eres muy linda...

Con tristeza la pelirroja habló interrumpiendo sus palabras mientras las parejas bailaban al son de maravillosa música en aquella importante fiesta patrocinada por los Barry.

-No mientas, no lo hagas, por favor. No sabes cuán mal me siento cada vez que me dicen ese tipo de cosas solo para verme sonreír, sabiendo que no es verdad.

-Pero lo que digo es cierto, amo tu cabello, así no te guste. Y puedes preguntarle a quien quieras, todos dirán que eres muy bonita.

-Deja de mentir, Diana -las lágrimas bajaron por sus mejillas.

Ambas chicas se sentaron en el sillón más cercano y comenzaron a hablar de distintos temas mientras la fiesta seguía. Pasados unos cuantos minutos alguien se acercó donde ellas estaban. Anne que tenía la cabeza gacha no pudo ver por unos momentos quien era, pero al escuchar la voz supo enseguida de quien se trataba.

-Buenas noches, señoritas.

-Buenas noches, señor Blythe -sonrió Diana.

-Buenas noches -Anne forzó una sonrisa.

-Me preguntaba si, es decir, si es de su gusto... -colocó una mano en su nunca con nerviosismo, suspiró y soltó- ¿Le gustaría bailar esta pieza conmigo, señorita Cuthbert?

-¿Qué? -ella no podía creer lo que estaba escuchando.

Diana le dio un codazo.

-¡Vamos Anne, es sólo una pieza! Yo -empezó a buscar entre toda la gente- bailaré con Cole.

Lo tomó del brazo.

-¿Quien? ¿Yo? -vió la mirada amenazante de la chica- Es decir, sí, por supuesto.

-Entonces me parece bien -sonrió Anne- Después de todo, solo es un baile.

-Así es -sonrió Cole.

Una nueva canción había comenzado, los cuatro chicos entraron sonrientes a la pista siendo vistos por los demás.

-Que linda te ves hoy -Gilbert sonrió tímido- digo, te ves más bonita que todos los días.

-No mientas.

-No lo estoy haciendo -dijo serio-, creo que eres la chica más bonita que he visto en mi vida.

-¿Eso crees? -dijo con un hilo de voz.

-Eso creo -sonrió.

Y de verdad que lo hacía.

「𝐔𝐠𝐥𝐲 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora