Es hora de comer en nuestro centro. No sé por qué pero sigo observando curiosamente a Yagami mientras fijo atender al último drama de mi mejor amiga. Cada vez me interesan menos nuestras conversaciones debido a los temas que tratan: manicuras, ropa, maquillaje, cotilleos estúpidos... Antes eran diferentes. Nos reíamos, comentábamos el último libro que disfrutamos por separado para luego comentar juntas, los cotilleos eran graciosos, las bromas más bien infantiles estaban entre nuestras aficiones. Pero ahora Cat... cuando miro a mi mejor amiga no la oigo, solo veo como mueve sus labios y gesticula apartando coquetamente un mechón rubio de su mejilla mientras trata de ponerme al día de la vida de su nuevo grupo de amigas, aquel grupo con el que hizo un grupo y del que al principio se quejaba. Ya no veo una niña de rostro redondito y ojos exageradamente grandes pero adorables, veo a una adolescente que podrías confundir con una joven promesa del modelaje con una melena dorada, unos ojos de un claro verde hipnotizante, unos labios rosados y una piel pálida con sus suaves pecas tapadas por una base que empezó a usar hace menos de un par de semanas. Ha cambiado, pero no es la única. Si me parase a mirarme delante de un espejo de forma analítica seguro que vería a una mujercita y no a una niña con las rodillas raspadas debido a las caídas en el parque. Pero en vez de centrarme en mí, me fijo en Cat, mi Cat, mi pequeña gatita. ¿Hace cuanto que no la llamo así? Demasiado. Supongo que es demasiado infantil. Aún cavilando mi vista se va inconscientemente a Yagami. Está mirando atentamente en su escritorio, seguramente algún libro nievo o los apuntes de añgún examen que no nos han puesto todavía. Su ceño está fruncido y si te fijas puedes notar como mueve muy suavemente los labios leyendo silenciosamente ese texto para sí mismo. Parece tener esa manía, pero no creo que ni él mismo se dé cuenta.
- "¿Entre tus lecturas también hay mangas?¿O cómics occidentales?"
Vuelvo a preguntar sobre sus preferencia literarias en mi cabeza. De nuevo no me responde. De nuevo... ¿Cuántas veces le habrçe hablado mentalmente? Demasiadas, sobretodo ahora que noto mi pilar, la única amistad sincera que he tenido, resquebrajándose. Finjo atender a los cotilleos y pequeños berrinches de mi hermana de otra madre mientras meto sistemáticamente la comida de mi bento en la boca con la ayuda de los palillos cuando en realidad observo a mi popular compañero de clase comer tranquilamente en compañía de las letras. Antes siempre tomaba el libro con una mano, pero desde hace un par de días lo deja siempre apoyado de forma que resulta imposible leer la portada. Parece ser un libro muy fino, me extraña que alguien con su capacidad lectora tarde tanto en acabarlo. Tal vez es un libro de filosofía y analiza bien las palabras para buscar lo que trata de transmitir realmente el filósofo y a la vez formar una opinión al respecto. Sin duda creo que mantener un ameno debate mental con el autor es uno de los pequeños placeres de la vida. Aún pensando en la posible nueva filosofía de vida que trata de encontrar el moreno tomo un sorbo de mi bebida volviendo a mirar a la oji-verde. Doy un salto en mi sitio casi atragantándome con el refresco al verla inclinada sobre la mesa a escasos centímetro de mí y con una expresión pícara. "¿Qué coño, Catherine?". Eso quiero preguntar, pero mi indignada respuesta se sustituye por una escandalosa tos. Triunfando como siempre, crack.
- ¿Qué pasa? -pregunto confundida tras beber otro sorbo de mi bebida-.
- Le estás mirando constantemente. ¡Te gusta!
Le tape la boca mirándola mal. ¿Acaso de tanto brillo de labios que usa a olfateado demasiado químico y piensa correctamente? No, vale, mal, no se puede judgar de esta forma. ¡Pero esas cosas no se exclaman tan alegremente, joder! Y aún por encima es mentira, solo uso a Yagami para no pensar en lo idiotizada que está mi mejor amiga. Bien, ¿cómo le explico eso sin que se ofenda? Misión imposible. Plan B. ¿Tengo plan B?
- No me gusta, solo que últimamente lo noto raro. Habla menos que de costumbre con los demás y se nota, por algo es el más popular de clase.
Una verdad que apreciaron todos, mezclado con mi sentido de la curiosidad tan conocido por Cat. Bien hecho, _____. Amo mi plan B. Si pudiera me daría palmaditas en la cabeza o espalda. Mejor espalda, que no soy un perro.
- Ahora que lo comentas...
Oí como murmuraba para luego girarse para ver al mejor alumno del centro. Jugaba con un mechón de pelo, pensativa, hasta que de repente golpea la mesa con ambas mano y se inclina expectante hacia mí, con una amplia sonrisa y los ojos abiertos, tanto que casi me recuerda a uno de los famosos creepypastas.
- ¡Seguro que está enamorado!¡Por eso lee tan atento, son poemas para saber como declararse a la chica! -grita en un tono de susurro tratando de que este nuevo cotilleo quede entre ambas-.
- Eres idiota -sentencio en un tono normal-.
Infla las mejillas indignada mientras se cruza de brazos tratando de verse más ofendida.
- Lo que pasa es que eres arromántica y no te gusta el amor si está fuera de los libros o de tus animes shojo.
- ¡Oh, venga!¡Eres tú quien está mal! Uno no se vuelve un asocial al enamorarse.
- Cierto, tú no estás enamorada y mírate -comenta maliciosamente con una sonrisilla-.
"Si no fueras quien eres, ya te habrías tragado la mesa". Suspiro conteniendo unos insultos que ni con la mayor de las confianzas se podrían tomar de broma y la miro seria.
- No está enamorado, solo centrado en algo que parece ser importante. Y voy a descubrir qué es.
- ¡Te ayudaré! -dice casi gritando y atrayendo la atención de los compañeros que tenemos alrededor-.
- No. Será una actividad que haré sola mientras tú te vas de compras con tu amiguitas. No tienes que ayudar a una asocial.
Le sonrío falsamente, dejando ver sin quererlo cuánto me dolió ese comentario que hizo, antes de recoger rapidamente mis cosas antes de que suene el timbre y poder preparar con tranquilidad los apuntes de mi próxima clase. Me muevo tan veloz que ya estoy sentada en mi sitio cuando Cat aún se está levantando, sorprendida y sin saber cómo reaccionar correctamente a mis palabras, probablemente aún analizándolas. Suspiro, por décima vez en la jornada, hundiéndome en mi silla. Coloco de una forma exgeradamente meticulosa mi estuche, los bolígrafos, el lápiz con la goma, libro, libreta... todo, con el objetivo de no conectar mi mirada con la de mi compañera. Ya nos hemos hecho esos comentarios con anterioridad, buscando molestar cariñosamente, "chinchar" a la otra, pero teniendo en cuenta el estado de nuestra relación... que me diga algo así...
- No sé quién de las dos es más idiota...
- No creo que ninguna seais idiotas.
Doy un brinco levantando la cabeza de golpe. Mierda, como para romperme el cuello. Antes de hacer una mueca por el dolor, levanto las cejas sorprendida de ver a Yagami de pie junto a mi, con una expresión relajada y que fácilmente transmite paz.
- ¿Estabas...?
- Lo siento, no quería cotillear pero pasé al lado en la última parte y... bueno, no te ves muy bien ahora.
Su voz no es más que un murmullo, como si estuviera tratando de explicar algo de lo que ni él está seguro. Sonrío. Se ve tierno mordiendo suavemente sus labios en un acto de confusión.
- Tranquilo, estoy bien. Gracias por preocuparte, Yagami-San.
Mi sonrisa es ahora más sincera aún, de una forma que no lo era desde hace días. Veo una sonrisa igual en su rostro.
- Por cierto, me preguntaba si querrías compañía en la vuelta a casa.
Alzo las cejas lo máximo, seguramente creando arrugas en mi frente que quedan cubiertas por mi flequillo, y abro los ojos. ¿Me acaba de ofrecer andar juntos?
- N-no es nada raro, solo pensé que tal vez te apetecería tener una compañía que no sea una amiga con la que acabas de discutir.
¿Es eso un sonrojo lo que tiene en sus mejillas?No. No, no, no, no. ¡No!¡Que alguien pare el mundo, que me bajo!¿Qué hace el estudiante más popular de todo el jodido centro sonrojándose por ofrecerle a una de las chicas marginadas volver a casa andando juntos? No, esto no es permitible, me niego.
- Me encantaría.
Que alguien me mate.
ESTÁS LEYENDO
Intento de detective (Elle Lawliet y tú)
Fanfiction_____ siempre le ha encantado observar a su padre resolver casos y ayudarlo a resolverlos pero, aunque le apasione, sabe que no es lo suyo y prefiere seguir otro camino en la vida. Pero, ¿qué pasará cuando esta se entrelace con la investigación de s...