15. Con ropa.

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Ya llevaban dos semanas de acampada, catorce días alejados de la sociedad.

Al igual que pasó cuando la primera semana dió su fin, hubo otra pequeña fiesta para mantener activa a la gente y con ganas de seguir allí.

Robert y Alex no tenían pensado ir, después del fracaso que supuso la fiesta de la primera semana, pero Diego insistió tanto que se les hizo imposible negarse.

Su amigo de la infancia les prometió que volvería a ser él quien llevase la música durante una hora o más, y que si lo apoyaban sería muy bueno, pues le estaba empezando a gustar ese mundillo.

Y ahí se encontraban, sentados junto a Carol, esperando a que saliera el amigo de los tres.

Nada más empezar a poner canciones Carol dejó su asiento y fue a bailar con unas amigas y amigos que había hecho en el campamento.

Mientras qu Robert y Alex disfrutaban del ambiente pero no les apetecía levantarse y ponerse a dar la nota allí en medio.

-¿Y si vamos a dar una vuelta y volvemos antes de que termine?

Preguntó Alex sosteniendo un refresco entre sus dedos.

Robert asintió de manera vaga, sin ganas de gritar para que se le pudiese oír.

El mayor se levantó antes y cogió la mano del otro viendo la de gente que se les tiraba encima.

Comenzaron a abrir camino entre todas aquellas personas y consiguieron alejarse de la multitud.

-¿Sabes dónde no hemos ido aún?

Preguntó Robert cerca de la oreja del otro para que le escuchara bien.

Alex hizo una mueca en señal de confusión y volvió a acercarse para que le contestara.

El moreno no dijo nada y aún con la mano sujeta a la del otro caminó e hizo que le siguiera, apartándose aún más de la fiesta.

-Jo, que bien se ven las estrellas.

Habló al rato el más pálido.

Alzando la cabeza y abriendo la boca para dirigir bien su mirada hacia el cielo, mientras sujetaba con fuerza la mano de su novio para seguir sus pasos.

-¿Te suena esta sitio?

Preguntó Robert quedándose quieto.

Llevaban caminando lo suficiente como para estar alejados de cualquier tienda de acampada de los alrededores, casi desafiando los límites del campamento.

-Claro que sí...

Dijo Alex dando una vuelta para mirar bien a su alrededor.

-Nuestro primer beso.

Volvió a hablar el mayor mirando de nuevo a Robert.

-Qué vergüenza de beso.

Dijo el moreno pasando los brazos por sobre los hombros de su novio.

-Qué va...

Alex habló bajito mirándolo de cerca.

Se acercó despacio y volvió a besarlo suave presionando sus labios contra los del menor.

Abrió un poco la boca y se movió dejando entrar su lengua y acariciando su espalda con su mano.

Robert hacia lo mismo, paseando las yemas de sus dedos sobre la camiseta, degustando el interior de su boca y sintiendo el aire frío de verano rozar sus mejillas.

Sonrió separándose y quedándose cerca del otro.

Sin decir nada Alex se dispuso de nuevo a besarlo acercándose otra vez.

-No vamos a hacer nada en medio del bosque...

Interrumpió el más pequeño con su voz temblorosa.

-¿Quieres qué hagamos algo en medio del bosque?

Alex preguntó travieso acercándose aún más sin besarlo todavía.

-Tenemos que volver a la fiesta a tiempo...

Robert habló sin dejar de pasear sus manos por los mechones del otro.

-¿Eso es un sí?

-No veo por qué no.

Sonrió el moreno lanzándose a besarlo abriendo bien la boca para disfrutar de su sabor desde el primer contacto entre sus labios.

Robert dejó de acariciar sobre aquella camiseta para pasar sus manos bajo aquella prenda de ropa, notando como se le erizaba la piel, entre el contacto de aquellas caricias y el viento que chocaba sutilmente en su contra.

El mayor no se quedaba atrás, bajando más y más sus manos, pasándolas por bajo su pantalón.

Robert se asustó sintiéndolo bajo su ropa y alertándose se alejó de aquel beso.

-Solo te voy a tocar... Si quieres... Volvemos en cuanto tú digas.

Dijo el mayor sonriente.

-Dónde quieres.

Volvió a hablar alex sin sacar sus manos.

-Detrás.

Sentenció Robert volviéndolo a besar al instante de hablar.

Alex entendió claro y obedeció a sus palabras tanteando la entrada bajo aquellas telas que lo apretaban.

Encontró el agujero que buscaba e introdujo con facilidad un primer dedo en aquel sitio tan acogedor y caliente.

Robert se estremeció rápido y dejó ir el beso jadeando cerca del otro.

El mayor se movía despacio con unos movimientos lentos endulzando su entrada y haciendo disfrutar de aquella lentitud que le volvía loco.

-V-va, va...

Jadeó bajo Robert pegándose a su novio.

Alex escuchó sonriente y metió otro dedo para hacer aquellos movimientos más notorios y de esa experiencia algo mucho más placentero.

Robert cerraba los ojos mordiéndose el labio sin querer gemir.

Mientras que Alex colocaba otro dedo cerca y lo introducía junto a los otros dos para simular embestidas.

Fuertes y rápidas embestidas que iban chocando en su interior y le hacían sentir terriblemente bien y hacer temblar sus piernas.

Robert notaba su cuerpo caer cada vez que aquellos dedos se movían en su interior, que parecían quitarle todas las fuerzas cuando llegaban al punto exacto.

Sin querer manchar su pantalón, el menor le dijo que parara para no venirse.

A Alex le costó parar aquella diversión, pero era cierto que Diego estaba a punto de terminar y tenían que volver para dar acto de presencia.









Que viciosillos ellos, creo que ayer no subí pero aquí tenéis el de hoy, a ver si mañana subo kk, ados

30 días de lemon challengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora