Capitulo final.
–No te atrevas Karen! –Dije caminando y tratando de cubrir a Vanessa quien se encontraba llorando en silencio.
–Quitate del camino Andrea, no quiero lastimarte! –Dijo con voz entrecortada y su mano temblando.
–Tu no eres esto, Por Dios reacciona Karen! –Hablé supilicante –Mira a tu alrededor si haces esto vivirás con un cargo de conciencia que no te dejará vivir, nunca te lo vas a perdonar.. Y yo tampoco lo haré.
–No puedo perderte, no lo pienso hacer.. –Su mano seguía apuntando con el arma hacia nosotras.
–Baja el arma, esto no tiene por que ser así! –Grité –Si disparas el arma tu sabes bien que no saldrás de aquí e irás directo a la carcel, piensalo dos veces.
Fue bajando él arma lentamente y cuando por fin dejó de apuntarnos, su llanto se intensificó y soltó el arma en el piso y salió corriendo del lugar, uno de mis hermanos fue corriendo tras ella para que no hiciera alguna estupidez.
Mi corazón amenazaba con salirse de su lugar, el miedo no me había abandonado completamente, volteé a ver a Vanessa y se encontraba viéndome con lágrimas en los ojos, inmediatamente me acerqué a ella y la abracé.
–Todo está bien mi amor tranquila –Dije besando su frente –Ya estamos a salvo.
La ceremonia terminó y a pesar de tan terrible momento, mi sonrisa no se iba, ahora Vanessa era mi esposa y compartiría mi vida con ella.
5 años después.
–Amor ya es hora de que salgan de la piscina!! –gritó Vanessa desde la puerta..
–Solo un momento mas mami –Gritó el pequeño Alexander..
–No, ya es hora pequeño tu hermana y tu mamá nos esperan para cenar, las clases de natación pueden esperar para mañana –Dije sacándolo de el agua. –Y si hacemos esperar a mami se va a enojar..
–Bien! –habló resignado. –Pero prometes que mañana lo volveremos a intentar?
–Te lo prometo mi amor.
Lo tomé entre mis brazos y entré a la casa donde mi esposa y mi pequeña Sofia nos esperaban en él comedor.
–Vayan a cambiarse mientras Sirvo la cena– Dijo Vanessa poniendo la mesa.
Fui y rápidamente nos cambiamos de ropa y regresamos a la mesa donde la comida estaba servida.
Me sentía la persona mas afortunada del mundo al tener a tres personas tan maravillosas a mi lado, sin duda alguna era inmensamente feliz.
Mi pequeño Alexander tenía 5 años, y mi pequeña Sofia apenas 3 y eran la mayor bendición que me había dado la vida, tenía todo lo que quería no había nada mas que pedir.
–En que piensas mami? –Preguntó Alex
–En lo afortunada que soy de tenerlos a ustedes conmigo –miré a Vanessa que me miraba con una intensidad inexplicable..
Después de darle las buenas noches a los pequeños, me fui a mi recamara, la tarde en la piscina me había dejado cansada, abrí la puerta cuidadosamente por si Vanessa ya estaba dormida pero me equivoqué al verla sentada en la cama y me miraba con seriedad.
–Que pasa amor? –Dije sentándome a su lado.
–No pasa nada, es solo que hoy que fui de compras con Sofia me encontré a alguien..
–A quien amor? –Pregunté preocupada ahora ver su cara.
–Karen.. –Un silencio inundó la habitación –No piensas decir nada?
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Eres tu
RomanceKaren llega a la vida de Andrea a desordenarla completamente sin siquiera darse cuenta.