Capítulo 2

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Parecía un día tranquilo, parecía un día normal.

Normal para los muggles.

La estación de tren se movía con casi naturalidad a excepción de los magos que iban a trompicones para poder coger compartimientos en el tren.

La familia Weasley era la más numerosa de las familias, cada uno con sus agregados.

La primera de la nueva generación de dicha familia, Victoire Weasley se encontraba rodeada de sus tíos y primos menores que la venían a despedir. También el primogénito de la familia  Lupin empezaba su curso en Hogwarts y estaba con sus amigos a los que decía primos.

- ¡Hey Edward! - llamó su tío vistiendo sus elegantes túnicas negras

- Tío Padfoot viniste - dijo mientras corría a abrazar al mejor amigo de su padre

- No me perdería tu primer viaje en el tren por nada - aseguró luego de corresponder el abrazo y desordenar el cabello castaño

- Padfoot, pensé que no llegabas

- Moony viejo lobo que poca fe me tienes amigo - dijo con una mano sobre su pecho

- Y ese hijo es el comportamiento que te pido no copies - habló una voz dulce acercándose

- Hermione - saludó Sirius con una sonrisa, su relación estuvo tensa por algunos años pero llegaron a un acuerdo por el pequeño - Te ves hermosa

- No trates de distraerme Sirius - regañó ligeramente - Sé que tú le estabas contrabandeando la escoba a Edward

- ¿Yo? - fingió indignación - ¿Me crees capaz de ir contra las reglas de dónde soy profesor?

- Sí - respondieron madre e hijo

- Traidor - dijo juguetón al pequeño - A propósito, ¿Dónde está el pequeño Morgan? No a venido a saludar a su padrino

- Está jugando con el hijo de Ron - explicó Hermione tratando de arreglar el cabello de su hijo

- Entonces esperaré a que me vea - desestimó fácilmente - ¿Lo dejarás con Molly?

- Sí, Ron se ofreció a tenerlo ésta noche pero le salió algo de improvisto y ambos niños irán con Molly - dijo mirando los ojos grises - Muy pocas veces tengo que presentarme a Hogwarts y el inicio de clases junto a la selección es mi día favorito

- Más para conocer a tus Hufflepuffs - comentó su esposo abrazándola por la cintura para depositar un suave beso en su cabeza

- Ustedes dos dan diabetes - se quejó Sirius fingiendo harcadas pero feliz por su amigo, se preguntó brevemente sí hubiera sido así su vida

- ¡Padrino! - chilló un niño de 9 años de cabellos negros y ojos oscuros corriendo al encuentro del pelinegro

- ¡Morgan! - gritó alzandolo - ¿Cómo estás pequeño?

- Edward se va a Hogwarts - dijo haciendo pucheros

- Pero tú irás dentro de dos años, ya falta poco - dijo tratándolo de consolar - Además te ayudaré a estropear sus citas

- Sí - chilló feliz

- ¡Tío! - reclamó Edward

- ¿No es muy joven mi ahijado para que lo mortifiquen? - preguntó Ron apareciendo detrás del grupo

- Por extraño que parezca - Hermione sonaba mortificada - Concuerdo con Ron

- No sé si sentirme halagado o insultado

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