El castillo estaba silencioso, no, realmente lo silencioso era el pasillo, Hogwarts en esa época del año no estaba silencioso, pero por el momento, en ese preciso momento, disfrutaría la paz, una que no duró mucho.
- ¡Señor Potter! - el grito lo golpeó como un recuerdo
Parecía que estaba viendo fantasmas, o incluso como sí estuviera dentro de un pensadero, el recuerdo de una de sus tantas bromas.
Pronto la vista de un niño parecido a él irrumpió en el pasillo, corriendo con el cabello largo rizado rebotando por su carrera, justo detrás de él un niño con el cabello alborotado, no tan largo como el anterior, solo lo suficiente para notar que estaba corto para ser destinado a ser práctico, lo que era necesario con tremendo nido de pájaros; ambos tenían enormes sonrisas traviesas en sus rostros.
- ¡Señor Potter! - la voz de su antigua profesora y actual colega venía del otro extremo del pasillo, doblando la esquina.
- ¡Corre James! - gritó el mayor
Sonrió divertido viendo como los niños parecían pensar que él no diría nada.
- Alto los dos - llamó congelando a los niños en sus lugares, bueno, al parecer no lo ignoraron por pensar que no los llamaría, no lo habían notado - Creo que los están llamando
- Profesor Black - McGonagall había llegado a verlos detenidos en el pasillo, y Sirius podía notar que parecía aprensiva - Gracias por detener a los señores Potter
Vio divertido como los dos niños se removían inquietos, pero sus sonrisas se volvieron más pequeñas, aunque no menos alegres.
- No se preocupe profesora McGonagall - no se amedrentó por la mirada sospechosa que estaba dirigiendo la bruja
- Ahora, señores Potter - dijo dirigiendo su mirada a los niños que optaron por poner caras inocentes - Tengo cosas que hacer, así que Filch se encargará de sus castigos
- Uh - no pudo contener Sirius que obtuvo las miradas esperanzadas de los niños, y sintió que su corazón se apretaba - Yo tengo libre, puedo encargarme del castigo de ambos
Él la vio dudar, debía hacerlo, no era como sí de verdad se le pudiera confiar un castigo a él considerando su historial como un alborotador en sus tiempos de escuela, pero también tenía el historial con peores castigos del Colegio teniendo el mismo nivel que Snape, aunque claro, el otro tenía su lista muy larga y varios eran injustos, Sirius podía decir que sus castigos eran proporcionales a las transgresiones. Y pareció que eso ganó al hecho de saber que Sirius haría ligeras excepciones con los niños de Harry.
- Está bien - aceptó con ligero alivio, al parecer no solo él y Remus tenían su debilidad con esos niños, notó la mirada melancólica dirigida por la bruja hacia ellos, no es que la culpara, era como ver hacia el pasado - Su castigo estará en manos del Profesor Black, los dejo en sus manos
- Esté tranquila profesora - despidió Sirius esperando que la bruja se alejara a distancia prudente de ellos antes de voltear a verlos - ¿Entonces? - preguntó alzando una ceja - ¿Qué hicieron?
- Nada - respondieron a la vez
- Uhu - dijo no impresionado de que trataran de salvarse - Y yo no recibí ninguna detención junto a su abuelo por haber hecho exactamente lo mismo
- ¿Ya ve? - habló Deneb moviendo su cabeza - Usted mejor que nadie debería entendernos
- Nadie entiende el asunto de las bromas - suspiró James - Menos las inocentes
- ¿Qué tan inocente fue ésta? - preguntó curioso e indicando que ambos lo siguieron en dirección opuesta a la que se fue McGonagall, directo a su salón de clases y con ello a su oficina
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Los nuevos Potter
FanfictionCuando el Señor Oscuro murió, todos celebraron. Cuando el cuerpo de Voldemort cayó inerte, el mundo mágico suspiró de alivio. Cuando Tom murió, una parte de Harry murió con él, y de forma muy literal ya que era su Horrocrux, uno que no planeó, uno q...