El último beso [FANFIC Paul Rudd]

Capítulo Tres (PAUL)

Al salir del aseo la vi.

Su largo pelo tostado le caía por la espalda.
El cuero se ajustaba a la piel.
Tenia una sonrisa preciosa bajo aquella máscara de Cat Woman.
Y unos ojos profundos y cautivadores.

Casi no me di cuenta y ya la tenía apoyada entre la pared y mi cuerpo.

Sentía como un chispazo en la piel, que abarcaba todos mis nervios, como una llama candente que me devoraba.

-Hola -me dijo riéndose.

-Hola -y le sonreí mientras le tocaba el cabello.

-Yo sólo quería entrar en el aseo.

-Y yo sólo quería salir.

Sus labios eran gruesos y firmes, casi te invitaban a besarlos. Eran tentadoramente deliciosos y mientras me aproximaba a probarlos me dijo:

-¿Me bajas la cremallera, por favor?

Atónito la miré a los ojos, preguntándome si aquello era real.
Debía de haber bebido más de lo que pensaba, porque ella no me estaba pidiendo que la desnudara en el pasillo.

-¿Cómo?

-Sí, es que quiero entrar en el aseo.

Me separé de su cuerpo escaneándola y esperé a que se diera la vuelta.
Lentamente le bajé la cremallera del mono, y conforme su piel se iba descubriendo, uno de mis dedos la iba acariciando.

¡Que locura!, me dije. Hacía tiempo que no me sentía así, ni siquiera con Julie. Y mucho menos ahora.

Cuando el descenso por la espalda terminó, ella se dio la vuelta.

-Muchas gracias -me dijo y después se mordió el labio juguetonamente.

Se dio la vuelta al entrar en el aseo y le pregunté su nombre.

-Gatita -me dijo de manera sensual-. ¿Y el tuyo?

Procurando poner una de mis miradas rompeovarios, le dije:

-Bond, James Bond.

La vi estallar en carcajadas mientras cerraba la puerta del aseo.

Caminé un par de pasos para hacerme consciente de lo que había pasado. Todavía no podía creer mi comportamiento.
Había sentido como un chispazo dentro de mi que se encendía con esa chica. Gatita.

-Hermano, ¿que ha sido eso? -me dijo Jason que estaba tras de mi.

-¿Qué?

-¿Cómo que el qué? -me dijo señalando la puerta del aseo por la que acababa de entrar Gatita.

Lo agarré de la pechera y me metí en la primera habitación que encontré, y cerré la puerta.

-Tío, ¿eso que ha sido? -me dijo atropelladamente-. Sé que Julie y tú no estáis en un buen momento, pero en el fondo es solo un bache.

Yo caminaba desesperado por la habitación.

-No ha pasado nada Jason, no lo saques de contexto.

-¿Qué contexto? ¡Si estabas metiéndole mano!

-No, eso no es lo que estaba haciendo. Estaba ayudándole bajándole la cremallera.

Me miró atónito.

-¿Ayudándole con la cremallera? ¿Sabes cómo suena eso?

Jason tenía razón, era una locura.

-Lo sé -dije echándome las manos a la cabeza.

-Has tenido suerte de que sólo yo te viera.

Me senté en la cama de la habitación mirando al suelo. Sentí la mano de Jason en mi hombro.

-Sé que la infidelidad de Julie con tu administrador ha socavado vuestra relación, pero esa no es la forma tío.

Tenía razón. La tensión en casa era insoportable para mí, casi no podía mirar a Julie pese a haberle perdonado su desliz. Pero eran ya muchas noches durmiendo en el sofá porque no aguantaba dormir a su lado.

-Llevas razón. No sé lo que me ha pasado. Ha sido un chispazo, me he puesto como una moto...

-No sigas -me interrumpió Jason-, ¿quien no ha pecado con jóvenes y ambiciosas actrices? Y más yo... Pero lo tuyo con Julie tiene historia, ¿estás seguro que eso es lo que quieres?