Salir de mi zona de confort. Hacer algo nuevo. Arriesgarme.
No dejaba de repetirme eso en mi cabeza como para terminar de decidir si era lo correcto ir.
Arthur me había mandado un mensaje para avisarme que me esperaba a las 5 en la heladería de la plaza. Sí, me había mandado un mensaje porque Vicky le había dado mi número.
Nota mental: Matar a Vicky por eso. O agradecerle. Todo depende de cómo terminen las cosas hoy.
Tenía la mitad de mi guardarropas en la cama. Me había probado mil conjuntos distintos y aún no encontrara nada que me gustara.
¿Desde cuándo me importaba lo que un chico pudiera pensar de mi ropa? Vamos S, vos no sos así.
El sonido del chat me trajo a la realidad. Era un mensaje de Vicky.
Vicky, 4:35 pm: Espero tener todos los detalles de la salida cuando vuelvas. ¡Éxitos amiga!
Pero su mensaje no fue lo que me hizo poner más nerviosa sino ver la hora. 4:35 y yo todavía sin saber qué ponerme.
Entré en pánico. Empecé a revolver todo la ropa que tenía en la cama y nada, absolutamente nada me convencía. Me tiré en el piso agitada por todo el acelere. Me sentía derrotada por una estúpida salida a la que ni siquiera estaba segura si quería ir.
Después de unos segundos en el suelo logré tranquilizarme y como si fuera recompensada por una extraña fuerza del universo o simplemente por cambiar de perspectiva desde el suelo, miré mi placard y descubrí exactamente lo que quería ponerme.
Tenía un vestido que me lo había comprado el año pasado y jamás lo había usado. Cuando lo ví por primera vez me había enamorado absolutamente de él. Era blanco con unas florcitas rosas muy pequeñas bordadas. Sentía que era como un vestido de princesa, pero no demasiado extravagante como para no poder utilizarlo.
Me cambié rápidamente, me puse una campera de jean para no tener frío, un poco de gloss en los labios y salí rapidísimo hacia la plaza.
Encontrarnos en una plaza, primer gran error. Estaba lleno de gente conocida y yo no encontraba a Arthur por ningún lado. Estaba parada frente a la heladería y cada segundo que pasaba me sentía más observada por todos como si supieran lo incómoda que estaba.
Trataba de tranquilizarme y tener pensamientos positivos, cuando ví llegar al grupito del “sí fácil” y supe que mi espera no podía ponerse peor.
-Hola S. Qué linda que estás – La voz de Solange era finísima, totalmente irritable y mucho más cuando se le notaba que estaba siendo absolutamente falsa.
- Gracias. Vos también, como siempre. Me encanta que puedas combinar hasta lo colores más ridículamente inapropiados sabiendo que su combinación es dañina para la retina pero aún así te los pongas igual. Felicitaciones. – Lo dije rápido y con la voz más chillona que pude.
Solange se quedó como aturdida por unos segundos. No terminaba de entender si lo que le había dicho era un cumplido o si me estaba burlando de ella. Esa era siempre mi estrategia con ella, hablar rápido y con palabras que obviamente no entendía porque tenía el coeficiente intelectual de una lombriz (sin ofender a las lombrices) para dejarla despistada y que quisiera alejarse lo más lejos posible de mí.
-Sí. Claro como digas. – Respondió finalmente. – Qué raro que estés acá sola. ¿Esperás a alguien?
En su voz podía notar que estaba demasiado interesada en saber con quién me iba a encontrar. Pero yo no estaba dispuesta a darle el gusto de obtener esa información.
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Primer Beso - Serie 'Amor infinito'
Teen FictionEl amor llega y transforma todo a su paso. Y las decisiones que tomamos hacen que esos cambios nos lleven a nuestro paraíso soñado o la pesadilla más indeseada. Esto lo aprendí de la forma en que se aprende todo lo importante, a prueba y error, viv...