Suena el despertador 7 AM, lo apago luego de unos segundos y abro de a un ojo con un poco de dificultad. Me levanto y me dirijo al baño. Me cambio luego de haberme dado una ducha y voy a la cocina a desayunar algo. Para ese entonces eran 7.37 AM.
Desayuné con suma tranquilidad, miré el reloj y daban las 8 en punto. Tomé mi bolso con mis pertenencias y me fui a trabajar. Mientras caminaba, noté que el cielo estaba gris, parecía que iba a llover y yo no tenía paraguas, aún así, no le di demasiada importancia.
Trabajo en una cafetería hace 2 años, era un buen trabajo, la paga no era la mejor del mundo, pero aún así cubría la mayoría de mis gastos. Por suerte vivo a algunas cuadras, pero con la lentitud con la que siempre camino, tardaba al rededor de 20 minutos, 30 si no había tenido una buena noche. En estos dos años, nunca llegué tarde o falté, por ese motivo, me encargaba de abrir el negocio. Esta vez llegué 8.23, así que tuve más tiempo de ordenar las mesas y repasarlas por si había quedado sucia del día anterior.
Estar en la cafetería me hacía feliz, realmente me gustaba el empleo, me la paso feliz.
Pienso que mi vida no tiene que interferir con mi trabajo, mis malos días solo los intento dejar en casa y sonreírle a los clientes. Sé que algunos de ellos no comienzan bien sus días, entonces les brindo una sonrisa y los trato con amabilidad para que puedan sentirse bien allí, creo que es lo mejor y único que puedo hacer.
Mis dos compañeros llegaron y 15 minutos después, abrimos.
Mayormente, después de las 17 pm, suele disminuir la cantidad de personas que padan por la cafetería, pero hoy para las 16.00 no venía nadie, pues claro, a esa hora había comenzado a llover. Mis compañeros se fueron a la cocina y yo me quedé, como siempre, en el mostrador. Me dispuse a limpiarse un poco. Una hora más tarde, un cliente entró, justo cuando la lluvia fue más fuerte.
-¡Buenas tardes, bienvenido a Granola! -dije con una sonrisa.
-Hola, buenas tardes -dijo el cliente dedicándome una pequeña sonrisa, sacudiendo un poco su pelo, estaba empapado por la lluvia. A pesar de que sentí que viví su sacudida de cabello en camara lenta, me dio pena verlo así y recordé que tenía una toalla de manos en mi mochila, nunca podía faltar.
-Toma, para secarte -extendí mi mano con aquella toalla y volví a sonreír. Se sorprendió, esbozó una sonrisa también y tomó la toalla.
-Gracias, realmente estás salvándome de un resfriado -rió, también lo hice.
-No hay por qué, siempre tengo una toalla a mano por si suceden cosas así, nunca creí compartirla con un cliente, pero me alegra haber sido de ayuda. -mi sonrisa aún no se iba.
-Oh... lamento haberla utilizado, debí haber pensado antes de aceptarla... -habló apenado.
-No te preocupes, en serio, no es problema alguno, además, tengo muy buenas defensas -dije mostrando mis flacuchos músculos, y ambos sonreímos.
-Está bien, gracias entonces, espero que deje de llover antes de que te vayas del trabajo, me sentiría realmente mal si luego veo que estás con la nariz roja y hablando con la D -ambos reímos nuevamente.
-Muy bien señorito, antes de que se enfríe más de lo que ya está, ¿Quiere pedir algo?
-Si, creo que se me apetece algo super caliente, tal vez... Un rico capuccino y un muffin de esos gigantes de chocolate -señaló sonriendo y tomó sus mejillas entre sus manos.
-Muy buena elección, ¿Lo quiere para llevar o va a tomarlo acá? -anoté el pedido en la computadora.
-Para tomar acá, si salgo, creo que ese delicioso muffin se arruinaría -sonrío de lado.
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My Universe | [KimMinSeok]
Random"-Si no fuera por el café, no te hubiese conocido, aquellos ojos que tanto me gustan, tus ojos de gatito, esos que al verlos veo el universo, mi universo." #68 in #kimminseok √Admito que soy mala para hacer descripciones, pero prometo dar una buena...