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Las horas y días con SeHun siempre pasaban rápido por el simple hecho de que sabía como llevar conversaciones.

Siempre que salía de trabajar el me pasaba a buscar, la cafetería quedaba de paso, así que mayormente nos encaminabamos hacia el edificio entre charlas y risas juntos.

Era un viernes a las 20.30 hs en un pequeño parque. Al parecer había muchas parejas y, realmente, eso me estaba molestando y entristeciendo un poco. La banca no era muy grande, pero era lo suficiente para que nosotros dos estemos cómodos.

—Chae... –un Sehun nervioso habló. Solo lo miré– sabes, tengo algo que decirte –me miró sonrojado. Hubo un pqeuaño silencio, hasta que en mi cabeza se hizo un clic.

—No me digas que... No, no puede ser –me alejé un poco– no, no, ¡NO! –me levanté– por favor que no sea lo que pienso –un SeHun confundido mi miró– yo, perdón si te confundí, pero somos amigos, no, no puedo permitir nada más, no, esto.. esto está mal, me gusta otra persona, nosotros n-... –hablaba mientras daba vueltas y pensaba que hacer con este tema. Hasta que se escuchó una fuerte carcajada que por cierto, me interrumpió.

—EN –risas– SERIO CREISTE –más risas– QUE –risas y lágrimas– ¿ME GUSTAS? –lo miré asustada, confundida y... Enojada y ofendida– AY CIELOS, ME VOY A DESMAYAR –SeHun seguía riendo y gritando.

—¿QUÉ? –grité indignada.

El pelinegro habló, luego de que la risa cesara— Cariño, lo que iba a decirte, es que estoy conociendo a alguien... y es hombre –se levantó y me rodeó con sus brazos– en lo que te conozco pensé mucho en mi orientación sexual. He estado con hombres y mujeres, me creí bisexual y todo, pero... Mis últimas relaciones, sean para sexo o lo que sea, fueron con hombres. –se separó y me indicó que nos sentaramos en la banca– En el trabajo conocí a alguien, su nombre es LuHan. Es un muchacho muy dulce, muy lindo. No hace mucho trabaja ahí, pero no fue hasta unos viernes atrás que me di cuenta que me gusta. Estaba un poco preocupado por lo que dirías, ya sabes, por mis gustos, por eso estaba tan nervioso, nunca me pasó pero... Al fin tengo una verdadera amiga –sonrió con un leve sonrojo– y para que te quedes tranquila, la mujer más hermosa por dentro y por fuera, está frente a mis ojos. Admito que si no sintiera tanta atracción por los hombres, si estaría con vos, pero ya ves, me gusta comer la banana y no los melones –reímos.

—Eish –golpee su hombro– idiota, jamás te juzgaría por algo así, estoy feliz de que me cuentes esto y deseo que seas igual de feliz con LuHan, aunque no sé que tanto estén metidos, pero desde el fondo de mi corazón espero sean felices –lo abracé– solo... no me olvides, ¿sí? Mi corazón dolería más de lo esperado, seguro moriría.

—Siempre tan exagerada, mi noona favorita –se separó de mi cuerpo para tomar mi rostro entre sus manos– y se que aunque quisiera, no podría hacerlo, en serio te volviste en parte de la familia que nunca tuve, gracias –besó mi frente con ternura y volvió a rodearme con sus brazos. Unos segundos después, me separó de sus brazos, tomandome por los hombros y me miró extrañado– ahora que recuerdo dijiste que alguien te gusta, ¿Acaso es... El hombre ojos de gatito? –sonrió de lado con una ceja alzada.

-No, ¡Ja! Era broma –no– es que.. buscaba excusas para ya sabes, rechazarte, pues claro, pfff, si –sonreí, mirándolo y moviendo la cabeza en un constante si. Claro que segundos después me retracte y si le conté que me gustaba, pero no mucho solo un poquito.

Luego de aquel momento de abrazos y unos pocos chistes más, pasamos por el mercado que estaba en la calle del edificio, ese fue pie para separarnos, además... al parecer SeHun tenía que verse con aquel muchacho. Hablar de mi amor no correspondido me había hecho poner un poco triste, la verdad, un sentimiento que espero nadie tenga muy seguido.

Entré en el lugar, buscando sopas instantáneas, hoy no tenía ganas de cocinar, lo más probable es que siga pensando en lo sola que estoy, hablando amorosamente, por supuesto. Alguien picó mi hombro.

Él.

—He-hey, ¿Como estás MinMin? –hice una reverencia, a la cual respondió enseguida.

—¿MinMin? Eso es nuevo –sonrió– muy bien ChaeChae, estoy buscando provisiones. No está en mis planes cocinar realmente. ¿Y usted, señorita?

—Al parecer estamos en el mismo plan, no cocinar –una sonrisa vaga apareció en mis labios.

—La verdad que el trabajo consume mis energías.

—Te creo, realmente lo hago... Mucho estrés ahí, y al parecer en casa no termina, jamás –sonreí triste mirando detenidamente las sopas instantáneas–ah, si... estrés –y no encontrarte en mi casa con los brazos abiertos, haciéndome mimos, mimos que nadie me da...

Al parecer tardé un un poco viendo los bowls con el alimento, pensando en... Nada la verdad, cayendo poco a poco en un malestar horrible sin quererlo. O si.

—Chae, ¿Estás bien?

Su tono de voz me hizo verlo, y tal vez... solo tal vez, quiere abrazarlo y llorar. Quién diría que iba a estar perdida en la mirada de alguien. Fueron escasos segundos que sentí eternos. Segundos que aproveché para mirar todo su rostro. Ojos grandes y finos en su terminación, labios perfectos, nariz tierna y mejillas apretables.

Jamás había visto una persona tan linda, no solo por fuera, sino también por dentro. Jamás había sentido que alguien se preocupara por mí. Jamás había sentido este tipo de amor.

Tan patética, Chae. Ponerse mal por esto, ¿Verdad? Parecía una adolescente de los dramas que miro, patética.

Parpadee saliendo de aquella burbuja, respondiendo un simple "claro" con una sonrisa horriblemente fingida.

Al final solo tomé lo que iba a comer, y en la fila solo me dediqué a controlar mis ganas de llorar. Pagué y me despedí rapidamente de MinSeok, necesitaba llegar a mi apartamento lo antes posible. Pero no todo podía salir bien, ¿Cierto? Miré la fecha en la pantalla del televisor. Aquellos números que borraron mi vista a causa de lágrimas asomarse.

Estuve tan ocupada el último tiempo que olvidé el aniversario del fallecimiento de la única persona que me importó en la vida, mi madre.

Al salir de la tienda corrí y no noté que las baldosas estaban rotas. Todo iba en cámara lenta. Cerré los ojos esperando el impacto, pero jamás llegó.

Y ahí estaba otra vez, ese hombre que apareció para dar vuelta todo mi maldito mundo, el único que pudo reventar mi burbuja (o al menos al único que dejé), esa que decía "no voy a permitir que sufras".

Tal vez... Debía aprender más sobre la vida. Tal vez, ya no era una obligación, no era un "deber" sino, un "querer". Querer aprender más sobre la vida.

Y sobre aquél hombre tan bueno y bello a mis ojos que aparecía cuando más lo necesitaba.



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No sé si quedó bien, pero quería publicar algo, je. Espero les guste 🌻

0915

Knd uwu

My Universe | [KimMinSeok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora