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—Hola, ¿Qué tal? -sonrió coqueto.

—Y-yo... Hola, bien, gracias... Q-Quería preguntarte si... Estás martillando y taladrando la pared y si fuera positiva la respuesta, s-si podrías no hacerlo sobre mi pared -dije, intentando ser la persona más madura y sin trabarme, fallando en el intento.

—Claro, podría taladrar en todo lado -guiñó el ojo- pero no sé donde, ¿Podrías pasar y ayudarme? -sonrió de lado, esa sonrisa perversa que hizo que el calor suba a mis mejillas.

—Oh... Claro... -corregí rápido con mi mayor cara de sorpresa- ¡Q-QUE NO! Es que... ahora estoy.... algo ocupada, en... Otro momento -sonreí nerviosa- Creo q-que mejor me voy, hasta luego.

Y antes de que pueda decir algo, corrí hacia mi departamento, necesitaba un baño de agua helada para volver a la tierra.






××××××

Mi fin de semana había pasado volando, volvía a la rutina, y si que me hacía falta.

Aún no me recuperaba de la repentina visita de mi vecino el sábado por la tarde-noche, encontrandome con un Sehun, porque si, lo único que pude prestar atención es a su nombre (¿Quién lo escucharía mientras tiene un hombre tan guapo en frente?) en pantalón negro y un abrigo anaranjado abierto, mostrando su plano y perfecto torso. Mi yo perversa gritaba por tocar y saborear su abdomen, pero mi razón no lo permitió, solo pude decir algo así como "¿S-s-s-si?" Oh si, muy patética.

Abrí 8.30 mi lugar favorito en el universo y repasé las mesas. Por suerte habíamos ordenado todo antes de cerrar el viernes, así que el día de hoy, todo estaba bien.

Aún estaba cerrado, pero alguien golpeó la puerta de vidrio. Chen.

—¿Que estás haciendo ahí? ¡Entra! -caminé a pasos rápidos, y le abrí. Los días ya no estaban tan calurosos, el frío se apoderaba de la ciudad poco a poco.

—Es que no quería asustarte, gracias por abrirme. -sonrió, un poco sonrojado.

—Estás todo rojo, ¿Estás enfermo? -toqué su frente y mejillas- voy a prepararte algo caliente, ¿Que te apetece?

—N-No, estoy bien, aunque si podría aceptar un chocolate caliente.

Sin más preparé lo que mi compañero pidió y se lo dejé en la barra. Hoy parecía un día especial para algo caliente, así que debería ponerme manos a la obra.





××××××

Eran las 7 pm y aún había gente en el café, al parecer, si estaba siendo un día largo.

2 horas más tarde nuestra jornada laboral terminó. Estábamos realmente agotados, así que decidimos solo ordenar lo más grande, la siguiente mañana arreglaríamos todo de mejor manera.

—Hey, ¿Necesitas... Que alguien te acompañe a tu casa? -apenas si se oía su voz, pero fue suficiente para mis oídos.- es que todos se han ido y solo quedamos nosotros, no me gustaría saber que algo te pasó en camino a tu departamento... -estaba sonrojado.

—¿Alguna vez te dije que te ves bien sonrojado? -sonreí- Y no hay problema Chencito -apreté su mejilla- esta mujer es fuerte y rápida, nadie podría alcanzarme.

—Si, eso no lo dudo -dijo entre risas- pero aún así, dejame acompañarte ¿Si?, Voy a dormir tranquilo si se que estás sana y salva en tu casa.

—Está bien, señor protector, hoy le voy a permitir acompañarme a mi casa, después de eso voy a pagarte un taxi y antes de que me digas algo, tengo que hacerlo, esta noona no puede permitirse que pases frío en esa noche tan oscura, ¿Está claro?

My Universe | [KimMinSeok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora