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Últimamente estaba cansada, me costaba demasiado despertar y llegar temprano al trabajo. Aunque bueno, si me pongo a pensar fue así desde que empecé a salir con SeHun a los clubes. Si, casi dos desgraciados meses. En serio debía dejar de salir tanto. Aunque debo admitir que ya estaba bajando cada vez más la cantidad de salidas. Mi pequeño vecino estaba más que enganchado con su enamorado, y no me sorprendería que de un día para el otro deje de salir conmigo. Estaría encantada de verlo con su LuHan, realmente lo estaría.

Los fines de semana pasaban volando, o al menos las noches parecían volar ya que bueno, divertirse con amigos causaba eso. Las tardes pasaban aún más rápido, eran el efecto amor que tenía con Min tal vez.

Aquellas era sinónimo de dolor de rostro. No por algo malo, es super dulce, tierno, sus cachetitos al sonreír... Ahhh, mi bienestar. BUENO, a lo que iba. Sonreír, reír y carcajear era de lo poco que pasaba en nuestras tardes. Al principio solo salíamos en la tarde, entre dos y cinco horas. Pero ahora era diferente, los fines de semana los pasábamos en la casa del otro y los días de semana nos veíamos para saludarnos o tal vez cenar algo, solo... Tal vez.

—Jueves, un día más y ya viene el amado fin de semana –dije sonriendo, sentandome en la banqueta alta del mostrador donde trabajaba.

—Sí, el amado fin de semana... –soltó Chen suspirando, con el tono de enamorado. Lo miré y vi un sonrojo en sus mejillas, había algo de lo que no estaba enterada.

—¿Chen? –no hubo respuesta– Chen, una mujer te busca.

Y como si algo importante pasó, abrió los ojos, se dió vuelta y buscó con su mirada por todo el café.

—Con que si es una mujer –reí y me crucé de brazos.

—N-No, ¿Qué te hace pensar eso? –hablo con su rostro rojo hasta las orejas.

—Veamos –lo miré de pues a cabeza– en primer lugar tu vestimenta, este último tiempo viniste elegante, camisa y pantalón de vestir. Segundo lugar, tu pelo, uf, ¡Está cada vez más brillante! Necesito saber que es lo que usas para tenerlo así de lindo. Y tercero –hablé con voz suave– tu rostro –sonreí– siempre fuiste un chico muy bonito, atento y muchas cualidades que podría decir, pero ahora... Cada vez estás más radiante.

—Chae... –me observó con ojos brillosos.

—Así que estoy segura que algo pasa ahí –curvé mis labios con dulzura.

—Sí, bueno, tal vez... –tapó su rostro– yo.. conocí a alguien.

—¿Y? –moví mis manos, dándole señal a que siga.

—Bueno, prepara tus oídos noona. Fue hace un mes, casi.

Aproximadamente un mes atrás. POV'S CHEN.

—Hace frío, mucho frío –dijo bajito, llevándose las manos a los labios, para soplar entre ellas aire caliente y hacerlas entrar en la temperatura correcta.

No había hecho más de 10 pasos que escuché los sollozos de una mujer en un callejón. A pasos lentos y mirada curiosa me adentré hacia el pasillo angosto. Una mujer rubia. Estaba desabrigada, parecía estar tiritando del frío.

—Hola, ¿Estás bien? –hablé acercándome lentamente, intentando no asustarla. Me miró y vi en sus ojos terror. No sabía que hacer, un momento de silencio hubo, hasta que reaccioné con lo primero que me salió.

Me saqué el abrigo más grueso y la tapé, pidiendo permiso, dandole la confianza correcta para que no se asuste más de lo que ya estaba.

—¿Donde es tu casa? Está helando afuera, vas a enfermarte si no es que ya lo estás. Tu nariz está roja –parecía aún no confiar, debatir en su interior si decirme o no su dirección. Pero con voz temblorosa habló.

My Universe | [KimMinSeok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora